La poesía es un fondo de agua marina



 Club de Lectura UNED

La poesía es un fondo de agua marina reúne una selección de los nuevos poemas de Santiago Montobbio. Al presentar algunos de ellos, en enero de 2011, la escritora hispano-mexicana Angelina Muñiz-Huberman (Hyères, Francia, 1936) escribió: “La poesía de Santiago Montobbio navega por mares profundos donde la palabra se manifiesta en oleajes inesperados. Una poesía que exhibe, a la vez, su humildad y su misterio, lo cotidiano y lo excelso, las cosas simples y el territorio de lo sagrado. Una poesía plena, pero interrogante. Detenida en los recovecos de las ciudades, pero admirada del movimiento. Entre la imagen de la vida y de la muerte, y el ritmo y la arritmia. Lo suave y lo áspero en combinación simbiótica. Una reflexión sobre el sentido poético que se repite para afirmarse y proponer no sus reglas sino su inatrapable libertad. Una constante pregunta sobre el porqué de la palabra descontextualizada que halla su lugar preciso en cada verso. Como si cada palabra huyera de sí misma para encontrarse en un nuevo espacio sólo por el poeta adivinado”.

Edición:

EL BARDO/30 -Cuarta etapa-

Colección de poesía

LOS LIBROS DE LA FRONTERA

De la vida sólo sé que está muy lejos




Los mismos balcones siempre por mucho que digas
Los mismos balcones los continuados suicidios
Aquel amor que no supe corresponder
Aquel amor que no supe dejar que no se fuera
Aquella muerte aquel amor aquel amor
La noche se persigue sin remedio a sí misma
Sobre la lluvia la soledad se ensaña
Las cabinas de teléfonos hacen ver que comprenden
En olvidados ojales suspira la muerte y sus nenúfares
Todo anillo tiene forma de sangre
De la vida sólo sé que está muy lejos


(C) Santiago Montobbio
Absurdos principios verdaderos
March Editores
Barcelona, 2011
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI

Pero dadme los nombres, dadme ahora los nombres hirientes y sin días


Pero dadme los nombres, dadme ahora los nombres hirientes y sin días,
sí. dádmelos todos, ahora dádmelos, que quiero morder su ausencia,
el inhabitable espacio de un alma raída de sonidos,
culebra de lunas, vosotros mismos dádmelos, tras haberme tanto tiempo
mordido una adolescencia huida, con cristales marchitos,
dadme ahora los nombres, tenéis que dármelos rojos y de olvido revestidos,
para que yo los muerda, para que haga cosquillas
a la salvaje fiera de su ausencia
y también para que entre amaneceres muertos crujan,
que crujan hasta el final y doloridos, que crujan así,
sobre mi miedo y justo antes
de que las pupilas de su corazón
se hagan huérfanas estrellas
que tomen la forma de abandonados
dioses de mí mismo
sobre su crepúsculo último.


(C) Santiago Montobbio
Absurdos principios verdaderos
March editor
Barcelona, 2011
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI

Ya has errado tanto el rumbo como para haberlo ya enterrado

Santiago Montobbio en San Juan del Duero, Soria. Foto: Anna Xalabarder


Ya has errado tanto el rumbo como para haberlo ya enterrado
al final de la noche y de los peldaños de su espanto.
Has bajado. Has descendido, tantas veces has sido
un centro oscuro que de pronunciar tu nombre
sólo se acuerda una soledad mordiente.
Los espejos de papel también te cierran puertas
o tenaces retratan huidizos reinos de sombra.
Si alguien quiere despedirse, o pedirme perdón
por tanta ausencia y cree que le he olvidado
-como si la memoria pudiera dejar de ser un cuaderno
en que sólo escribe tinta negra
y en el que cada día borra líneas-
decid que no estoy, que ya me he ido.

 

 (C) Santiago Montobbio 
Absurdos principios verdaderos 
March Editor, 2011 
Voz: María García Esperón 
Música: L. Einaudi 
MMXI

A veces pienso que no quiero palacios de labios


A veces pienso que no quiero palacios de labios
para que después el tiempo
les agriete las manos.
A veces no quiero. A veces -ya lo ves-
soy el niño que tiembla y piensa eso.
Quisiera que lo supieras, quisiera decírtelo,
como los que esconden los ositos de trapo;
un secreto o un miedo; quisiera decírtelo,
para que lo tuvieras y pudieras dejarlo
en la mesita de noche
como aspirina o vaso de agua
y lo tuvieras ahí, en silencio y al lado.
Y que cuando no esté, cuando de verdad me haya ido
sea mi torpe retrato, una fotografía amarilla
que detrás de los años te diga -amor-
que no te engañé nunca, que una derrota
está en el rostro, que una derrota -adiós y adiós-
jamás se oculta.

(C) Santiago Montobbio
Absurdos principios verdaderos
Realización: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI

Para vivir no quiero islas palacios torres y qué alegría


Para vivir no quiero islas palacios torres y qué alegría
vivir en los pronombres. Era algo así, ¿recuerdas?.
O también aquello: para vivir necesito muy poco.
Por ejemplo: mi tiempo. Entre paréntesis, y casi yo diría:
para vivir no necesito nada, sólo quizá -y es un ejemplo-
un poco de mi tiempo. El tiempo en que aniden acaso
los pronombres. Pero no sé. De verdad no sé
para vivir qué quiero. Quizá menos sombra,
no tanto daño o, muy simplemente,
que en la derrotada memoria
luz y sombra se den la mano
para ayudarme a creer que si recorro las esquinas de los sueños
habrá otro sueño.

(C) Santiago Montobbio
Absurdos principios verdaderos.
March Editor. 2011

Soy ya el último dolor del día


Soy ya el último dolor del día,
o quizá aquél que la imprevisible noche
guardaba silenciosamente en sus bolsillos.
Sé que vengo a deshora, cuando terminó
la sangre o la risa, en el día después,
mas también que no de otro modo debía yo venir,
inútil mensajero sin noticia, caída sombra
que extenuara al tiempo
cuando de toda palabra o sueño no quedara sino un olvido de ojos
bajo la ciega tierra.

(C) Santiago Montobbio
Absurdos principios verdaderos
Voz: María García Esperón
Música: Yiruma
MMXI

Por orden de aparición: así estaría bien poner


173

POR ORDEN DE APARICIÓN: ASÍ ESTARÍA BIEN PONER
los poemas que estos días escribo, seguidos
y al hilo de como me salen, de la rueca
de la poesía de su luz. Rueca antigua
que de nuevo las palabras hila. Al empezar
a desatarse ésta y los poemas ser cuantiosos
he comenzado también a numerarlos, para que ese orden de aparición
no se pierda. Porque quizá sea una indicación,
un signo. Quizá, sí, estaría bien juntar las palabras
en el orden en que han surgido, según la sucesión
en que han brotado, agua oscura y clara.
Así los poemas van seguidos, se suceden
en sus motivos y en sus ritmos, se completan
y persiguen en su música. De un poema nace otro,
a veces son poemas por un mismo latido hermanados,
y el orden de aparición permitiría ver cuánto tienen de música
que se entreteje y se anuda (he utilizado ya estos verbos, pero son precisos)
y se entrelaza y vuelve en sus motivos. Al fondo de esta música
está la poesía. La poesía es un fondo de agua marina.
La poesía es también una gruta en la que sin señales
ni linternas ni equipo yo me adentro. La poesía
es madriguera, fuente que mana, latido que puede seguirse
tal y como va saliendo. Ya lo he dicho pero quiero repetirlo:
la poesía es un fondo de agua marina. En él
me adentro, navego y crezco. Sobre sus pasos
desando el tiempo y también avanzo. Respira el mundo
y se cifra la vida. En este fondo me sucedo,
me hallo. Sí. La poesía es un fondo de agua marina.

19 marzo 2009


(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina

Voz: María García Esperón
Música: L. EInaudi
MMXI

El poema es todo en La Vanguardia de Barcelona

La periodista y escritora Roser Amills Bibiloni (Algaida, Mallorca, 1974) ha publicado en su  espacio Inspiración Digital (Lo último en talento, creatividad y cultura on-line) del periódico La Vanguardia de Barcelona, la siguiente entrevista a propósito del miravoz El poema es todo, dedicado a la poesía de Santiago Montobbio.



María García Esperón | Internet y la poesía de Santiago Montobbio

¿Cómo conociste la obra de Santiago Montobbio?

La conocí gracias a Jean Dif, su traductor al francés, quien me pidió realizara tres videos en torno a sus grabaciones de otros tantos poemas del libro “La poésie est un fond d’eau marine” (París, 2011).

¿En qué consistían estos primeros vídeos?

La petición de Jean se enmarcaba dentro de un proyecto de oralidad colectivo llamado Voz y Mirada, consistente en difundir, disfrutar y experimentar vivencialmente la poesía a través de sencillos videopoemas publicados en youtube.

¿Cómo contactaste con el autor?

Una vez realizados y publicados los videos, Santiago Montobbio se puso en contacto personal conmigo para agradecer con enorme fineza los videopoemas en torno a su libro y tuvo la atención de enviarme el original en español de “La poesía es un fondo de agua marina”.


¿Qué representa ese libro para ti?

Ese libro me impactó profundamente, a mí y a quienes en ese momento, abril de 2011, desde España, México y Argentina, poníamos nuestras voces a la orden de la poesía para llevarla al alcance de todos. No solamente fue descubrir a un poeta excepcional, sino tener en las manos uno de esos libros sorprendentes, que desencadenan revelación tras revelación, que propician en avalancha un amanecer de la conciencia, que marcan, que despiertan, que te siguen a donde vas.

¿Qué es lo que más te gustó?

Fue la dimensión sonora desde la que abordé la poesía de Santiago la que me sedujo por completo y me convirtió a su mundo de sencillez exquisita, de sofisticación esencial, de gran literatura que jamás se siente sobre trabajada ni impostada ni sobrescrita, sino natural y única como las cosas del mundo que son las cosas que nombra: el olivo, el río, el aula, el juguete abandonado, el destino, el amor…

¿Cómo fue el proceso de creación de los videopoemas?

Comencé a grabar poema tras poema, sin poderme detener, en una especie de frenesí de la voz que al habitarse con las palabras de Santiago llevaba a mi percepción a esos umbrales de la inminencia de la revelación según la expresión borgiana. Inminentes, las revelaciones que el poeta vivió en ese sorprendente marzo de 2009 que en el fondo de agua marina de su libro poseen una extensión idónea para atravesar en poco más de un minuto, como una flecha, la sensibilidad y el entendimiento de quien los escuche.

¿Cómo nació “Miravoz”?

Casi de inmediato pensé en realizar un blog dedicado a la poesía de Santiago, una clase especial de blog que hemos inventado dentro del proyecto Voz y Mirada y al que llamamos “miravoz”, para acumular los videopoemas que sin cesar se sucedían. El título me lo brindó uno de los poemas de Santiago, el número 24 de “La poesía es un fondo de agua marina” del que cito un fragmento:

“EL POEMA ES EROSIÓN Y PÉRDIDA.
El poema es testimonio. El poema es testamento.
El poema es de todos y es de nadie. El poema es siempre tuyo.
El poema es corazón lleno de heridas muy abiertas.
El poema es el retrato oscuro del olvido.
El poema es lodo. El poema es todo…”

Y de ahí “El poema es todo”…

¡El miravoz de Santiago Montobbio se llamaría El poema es todo! Di aviso al poeta que estaba haciendo y publicando este blog, a título personal y para el disfrute y acercamiento a su universo poético y gracias a su particular modo de ser y a su colaboración, esta modesta iniciativa se convirtió en una aventura fascinante y en un documento que aprovecha al máximo las posibilidades de la red y de los blogs al enlazar desde el lateral a la muy abundante literatura que en torno a este poeta existe en varios países y que está disponible en prestigiosos sitios como La Cátedra Miguel Delibes y la Biblioteca Cervantes, pero que al vincularse directamente desde el blog proporciona a todos los interesados en la poesía de Santiago un inmediato panorama de los círculos de palabras inteligentes que no dejan de urdirse a propósito de su obra a lo largo y ancho del mapa.

¿El autor quiso participar?

Como si esto fuera poco, Santiago aportó a El poema es todo 7 manuscritos originales de “La poesía es un fondo de agua marina”, que en este contexto se muestran como elementos de cultura que brindan al lector un destello del momento misterioso de la creación poética. El que empezó como un “miravoz de la poesía de Santiago Montobbio” se ha convertido en una textura enriquecida hasta ahora con un bella edición artesanal publicada en San Paolo, algunas noticias de la presentación de uno de los libros más reciente del poeta “Absurdos principios verdaderos”, fotografías de gran calidad artística debidas a la lente de Anna Xalabarder y la nota muy sentida de un hispanista de Florencia dedicada a la poesía de Santiago.

¿A dónde se encamina este proyecto?

El poema es todo surgió de una experiencia estética auroral: la mía, la de un lector frente a la palabra de un gran poeta. Yo no podía imaginar que contaría con su colaboración para realizar en Internet un documento pionero, que sin cesar se ramifica y explora, que tiende puentes y propicia diálogos, que borra fronteras y hace llegar a la poesía no solamente al estudio del especialista o a la exquisita asamblea de los cenáculos, sino al hombre y a la mujer de todos los días. Y a partir de aquí, los caminos se multiplican y se ofrecen con generosidad para nuevos lectores apetentes y ávidos que sabrán reconocer en la de Santiago Montobbio una de las voces poéticas fundamentales del siglo XXI.

Sobre Santiago Montobbio

Volvió a escribir después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.

Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.

TODO ES TRISTE SI NO HAY CANTO,
pero también el canto es triste.
Del hombre es el último linde.
Allí me llego, allí me consumo,
allí me acabo. En ese final comienzo.
Y todo es triste en ese canto
y sin él todo es muy triste.
El hombre entona perdido un estribillo
que escondió de las fauces del olvido.
El canto sigue, persiste. Y es muy triste.


Más enlaces a la poesía de Santiago Montobbio

Todo es triste si no hay canto


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TODO ES TRISTE SI NO HAY CANTO,
pero también el canto es triste.
Del hombre es el último linde.
Allí me llego, allí me consumo,
allí me acabo. En ese final comienzo.
Y todo es triste en ese canto
y sin él todo es muy triste.
El hombre entona perdido un estribillo
que escondió de las fauces del olvido.
El canto sigue, persiste. Y es muy triste

20 marzo 2009

(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina
Voz: María García Esperón
Música: Yiruma
MMXI

El teólogo disidente


No existe la muerte, no ha existido nunca.
Aunque bajo su amenaza haya vivido el hombre,
en su mentira, no existe la muerte, no existe,
y si adivináis tras la luna el exacto rostro
de la ausencia, si con olvido miráis
la pupila oscura de la espera
entenderéis que no existe, que de verdad no existe
y que cómo iba a existir ella y qué nombre
hubiéramos podido darle entonces a esta tierra.

(C) Santiago Montobbio
El anarquista de las bengalas
Biblioteca íntima. March Editor.
Barcelona, 2005


Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
2011

Santiago Montobbio, poeta, por Cláudio Giordano

Santiago Montobbio, poeta

Por ti. Por un sueño perseguido


31

POR TI. POR UN SUEÑO PERSEGUIDO.
Por un camino sin destino.
Por un alba que está rota
y se desangra sobre el alma.
Por el mar ido de los días antiguos.
Por la infancia que aún se encuentra
como pan caliente en algún recodo
de la memoria amable y sucedida.
Por la imagen reflejada de mí mismo
que en el estanque del tiempo pese a todo,
como un misterio y de algún modo aún se conserva.
Por un estremecimiento íntimo y secreto
al recordar un nombre o sentir su rostro
en la caricia del aire de la calle herida.
Por ti. Por todo esto y también
por lo que olvido
tengo que vivir o que decirme,
estar en la tierra aún, reunir palabras,
conjurar mañanas y con ellas penetrar en el tupido olvido
que late tras el imperturbable paso de los días.
Vivir es también dar con el término preciso que hay en ellos.
El poeta tiembla en el misterio.

13 marzo 2009

(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina
Voz: María García Esperón
Música: Yiruma
MMXI

El anarquista de las bengalas


Yo soy el anarquista de las bengalas,
el anarquista único, el que permanece y pasa:
he tenido nombres en los que dormían las frutas
de los corazones raros. A todas horas trabajo,
y en especial cuando la gente afirma
que no hago nada. Sé lavarme el alma
sobre papel y nada, colocar bombas de relojería
en las ciudades que siento en las espaldas,
buscarle y con olvido las cosquillas a un amor
que prefiguro con distancia y a través de todo eso
seguir estando en todas partes habiéndome
marchado.
                   Porque yo soy
el anarquista de las bengalas. Cada vez
que enciendo una tu corazón
y mi corazón se apagan.

(C) Santiago Montobbio
El anarquista de las bengalas
Biblioteca íntima. March Editor.
Barcelona, 2005


Voz: María García Esperón
Música: Kitaro
2011

Todos. O el blanco (Santiago Montobbio)

Oli s/tela, 65 x 100 cm. Cat. nº V329
Lluís Ribas: Los colores del blanco

Todos. O el blanco. En el sentido que pueda dársele al blanco, y que le di –recuerdo ahora- en el libro de arte Los colores del blanco. Citaba a Leonardo (“Aunque el blanco no es un color, es, sin embargo, capaz de convertirse en recipiente de todo color”) y a partir de ahí pensaba en el blanco de la creación, del lienzo, la partitura y el papel, que es él y más que él (“El papel en blanco jamás es sólo el papel en blanco”, empieza el poema que lleva el título de mi primer libro), o todo. Todos los posibles caminos en el arte presentidos, y también los matices y variaciones, de imprevisible riqueza y significación, que el artista puede pulsar y ver en un color, como los inuits que habitan el Ártico en ese blanco, ya que distinguen entre 130 clases de nieve, y tienen un nombre distinto para cada una de ellas. Porque mi respuesta es todos los colores, o, con igual y en ese sentido, el blanco. Los colores de la vida son todos, y todos pueden resultar la respuesta más acertada y que mejor se acompase a nuestro adentro, según los estados de ánimo y el momento, el aliento íntimo del día, y su cruce de luz y sombra. En todos puede haber belleza y misterio. En ellos, y en sus matices. Pienso, sí, en los múltiples matices de un mismo color, en los colores y en el blanco, en el color imposible de los sueños, en el color que el arte cifra y desentraña, enigmático y plural. Del arte y la naturaleza. De los valles y de los ríos, de las montañas, de las bahías, de las playas, de los mares, del bosque, del jardín y los desiertos. De los amaneceres y los crepúsculos. Del alba, la noche y el día. Las calles, los caminos, los pueblos, las ciudades. Los colores de las frutas y los pájaros. De los peces. Del amor y del dolor. De la espera y la esperanza y la maleza de los recuerdos. Los paisajes a la vista y los paisajes del adentro. Pozos, simas, lunas. Espejos. Y los colores de la pintura, pero también de la música y las palabras. Gauguin dice que “el color es enigmático en las sensaciones que nos produce”, “sensaciones musicales que se desprenden de él, de su propia naturaleza, de su fuerza interior, misteriosa, enigmática”, y que “el color es una vibración, como la música”. Así sentimos el color y también su música y la palabra también así sentimos. Porque la palabra también es un color, como también escribir es un paisaje. El espejo y la música de un estado de ánimo, el destello en que brillan por un momento los adentros. La belleza está en todas partes, dice un personaje de La señora Dalloway, y puede estar –siento- en todo color. En todos, y en el blanco que los asume y los contiene. Así pienso en todos los colores y no puedo dar preferencia alguna. Pienso en los colores y los matices que están en la realidad y en los sueños –esa otra punzante, intensa realidad-, las miradas, los recuerdos, y también los que puede cifrar el arte, con los que puede nombrarse y ponerse rostro un artista: los colores que sólo el artista revela y sabe ver, que el arte encierra y que el arte alumbra, hace nacer, aurorales e inéditos, y también los que quedan guarecidos en su misterio y permanecen escondidos, en él siempre posibles y como en silencio contenidos, callados, secretos, infinitos, y que así perduran, como un enigma. O como un poema y su sentido –recóndito y múltiple. Inexpugnable, cifra ya acaso de un lenguaje intraducible. Un latido, un susurro, un aliento que en él no acaba de apresarse ni agotarse, y está siempre así vivo, semilla siempre abierta y hacia un nuevo e impredecible crecimiento cada vez tendida, o a un nacimiento, vida, sí, concentrada e intensa, prístina, única. En los colores y sus matices. Los posibles y los imposibles; los creados y los increados, quizá sólo presentidos o soñados, en su misteriosa posibilidad de existencia encerrados. Sí. Los colores del arte, del misterio y de la vida. De las palabras y los sueños. Corazón adentro. Todos, o quizá el blanco. No tengo otra respuesta.

(Texto íntegro del artículo “Todos. O el blanco” publicado en El Ciervo, Nº 719, Barcelona, febrero 2011, y escrito en respuesta a la pregunta “¿Cuál es tu color favorito, y por qué?”).

Nota de Gaetano Chiappini (Florencia, 18 de abril de 2011)

Foto: Anna Xalabarder

Querido amigo:

He pasado un buen tiempo leyendo y releyendo sus versos – le agradezco mucho el magnífico volumen de pintura sobe el concierto blanco, las traducciones francesas y portuguesas, los poemas nuevos añadidos... una cantidad enorme de poesía... mucha parte de mi jornada está dedicada a ésta que creo un poco la única esperanza... Ya en seguida cuando empecé a leer me di cuenta de la fuerza grande de sus versos como de una alertada llamada, de ansias y de miedos, casi un grito de un poeta-niño que quería exigía la atención de los mayores, de los dueños de la seguridad... un aviso a estar listos para denunciar este mundo de ruinas, muertes, fracasos, enfermedades, pérdidas, olvidos... así he leído leído para comprender cómo una persona buena como lo es este poeta podía enfrentarse con un mundo sin fuerzas para oponerse a esa ruina.... seguramente me he equivocado... pero no estoy tan seguro.... y una poesía tan seriamente fundada sobre una traza duramente simbólico-alegórica (más a. que s.) no desmiente mis impresiones... La cosa me inquieta un tanto como una verdad repentinamente desvelada por una conciencia que aparece pura y límpida. Un niño-poeta limpio tiene muchas capacidades y mucha sensibilidad casi de premonición... y un idealista como yo coge esa sustancia tan grave con cierto miedo... lo que más me llama la atención además es esa fuerza suya poética tan generosa que da más sentido a la denuncia... no sé... serán nuestros malos tiempos... No quiero exagerar pero no puedo no notar repito esa fuerza con que el poeta-niño EXIGE que se le lea aunque no espere convencer a todos los lectores... bajo ese tono mío de elevación del texto se esconde simplemente el deseo de aprovechar hasta el fondo una poesía fuerte y sabia, diría en italiano “accorata” preocupada en el corazón... Vd. dirá que me he equivocado... y yo no exijo nada más allá de la amistad del valioso poeta...

Gaetano Chiappini

Palabras en la presentación de un libro de Santiago Montobbio (Amaranta Sbardella)

Amaranta Sbardella, Glòria López Forcén, Mercè Boixareu, Santiago Montobbio, Francesc Sánchez.


Foto: Anna Xalabarder


¡Buenas tardes!

Antes que nada, quería agradecer a la UNED y a Santiago por haberme permitido participar en este día tan encantador.

Hoy me encuentro entre vosotros en calidad de traductora al italiano de unos poemas de Santiago y también en calidad de extranjera, y me gustaría hablaros un poco de la última producción poética de nuestro autor y daros testimonio (unas cuantas pruebas) de cómo éstos poemas se hayan dado a conocer antes en el extranjero, afortudanatamente para nosotros, los extranjeros.

Hablamos de un largo conjunto de maravillosos poemas escritos en el mes de marzo y en los primeros días de abril de 2009. 

Los poemas han salido en México, Francia (en Francia ya se había publicado Le théologien dissident en 2008 en  Éditions Atelier La Feugraie), Brasil e Italia (antes que en España). En México (revista online El poema seminal)  y en Italia se dieron a conocer gracias a dos revistas, mientras que en Brasil y en Francia se publicaron dos libros, respectivamente Donde tirita el nombre/Onde treme o nome (traducido por Fernando Fiorese, 2010, Claudio Giordano Editor, Sao Paolo) y La poésie est un fond d’eau marine (se acaba de editar, traducido por Jean Dif por la casa editorial du Cygne de Paris)

Tras un largo silencio, la poesía vuelve a resonar en estas páginas de espiríritu transcendido, de conceptos etéreos y matizados. Montobbio se consigna sin armas y sin defensas a la inspiración poética, y se adentra en el misterio de la creación con el entusiasmo sufrido de quien busca la solución a un enigma que muy probablemente solución no tiene. La tensión vibra en las cuerdas del alma y lo impalpable que se percibe y respira en todos los poemas se fija en unos frágiles instantes que cristalizan la evanescencia. Y le dan nuevo y continuo empuje a la pluma, al boli, para que nueva creación se dé. Me encantaría citar aquí un fragmento de un poema de Absurdos principios verdaderos: “las hojas de un cuaderno pueden llegar/ a ser los huesos a los que las palabras/ hagan cosquillas con los mentirosos/ espejos del día”.

Será entonces éste el momento en que la pluma fluya sobre el papel, para consentir al poeta una eterna, pero débil salvación. Como muy a menudo ha afirmado él mismo, la poesía tiene muchos rasgos en común con la soteriología, la ciencia de la salvación.

El poeta, consciente de su soledad (“la soledad es una frontera adonde tirita el nombre” en El anarquista de las bengalas), acepta el peso de un destino amargo  y espectral para encontrar refugio entre las suaves sinuosidades de los versos, entre palabras que se repiten de poema en poema; palabras que delimitan un campo semántico cada vez más orientado hacia la reflexión metafísica.

El arte, la poesía, parecen aplacar la inquietud por la ausencia de un Dios invocado, reclamado, susurrado, que se transparenta gracias a una velada simbología cristiana. El hombre reivindica su sitio de desvelador, el espíritu transciende la carne y vive en la poesía, en el viento, en el aire que sopla.

La mirada de Santiago es una mirada adulta, interrogante, que deslumbra e ilumina unos cuantos objetos, ya no más terrenos.

La suspensión en el lenguaje trasmite la verticalidad y la ascesis de tantos admirables esfuerzos humanos y poéticos, vueltos hacia el claror del alba. 

El lenguaje, más coloquial en las producciones anteriores, ahora se anuda en torno al viento, a la música, al pozo, al alba, a la luna, al reloj, y los demás, las constelaciones humanas que antes poblaban las antologías,  convergen hacia el anularse de otros rostros, hacia el ofuscarse del rostro del mismo autor.

El lirismo de la desolación teme el olvido, el desaparecer de la memoria, pero al mismo tiempo la reclama para sí mismo, dejándola enredada en sus mallas. Y para soportar el tiempo, sus ahogados versos.

Y con esta cita de otro admirable poema de Santiago me gustaría acabar esta breve e imperfecta intervención.

Gracias.

Amaranta Sbardella
(Palabras pronunciadas en la presentación del libro Absurdos principios verdaderos de Santiago Montobbio en el Centro de la UNED de Barcelona el 28 de abril de 2011).


Presentación de Absurdos principios verdaderos en el Centro de la UNED de Barcelona


Fotos: Anna Xalabarder


El pasado 28 de abril tuvo lugar en la UNED de Barcelona la presentación del libro Absurdos principios verdaderos, escrito en 1987, y que contiene poemas en verso y en prosa del profesor de Teoría de la Literatura y magnífico poeta Santiago Montobbio en un acto pleno de calidez y de asistentes.

En la presentación participaron la directora del Campus Nordeste, Dra. Dª. Mercè Boixareu, la profesora Glòria López Forcén, promotora del acto, la señora Amaranta Sbardella, filóloga comparatista e hispanista de la Universidad de Siena que ha traducido la poesía de Montobbio y el editor de Absurdos principios verdaderos, Sr. Francesc Sánchez.

Inició el acto la Dra. Boixareu dando a conocer el perfil del Sr. Montobbio, siguieron unas palabras de la Sra. Glòria López Forcén y del Sr. Francesc Sánchez que presentaron la obra del autor desde el punto de vista de la profesional de la enseñanza y amante de la literatura y desde la visión del editor de obra poética, tema que no parece muy de moda a los no versados en él.

El autor explicó seguidamente a los reunidos el porqué de su dedicación a la poesía y el de la distancia temporal en su aparición en formato libro de Absurdos Principios verdaderos respecto a El anarquista de las bengalas, ambos fruto de su etapa primera como poeta. Él mismo reconoce “veinte años de silencio” entre estas obras y su siguiente producción, La poesía es un fondo de agua marina (2009). El poeta tenía razón al mencionar que alguien dijo una vez que cuando un autor no escribe de forma visible para los lectores/auditores no quiere decir que no trabaje, si no que, en realidad, está almacenando, clasificando, reelaborando el mundo exterior para devolverlo filtrado, limpio de lo accesorio y conformado en enunciados plenos de contenido y de belleza. Eso es lo que ha estado haciendo Montobbio durante ese período.

La Dra. Boixareu, profundizando en la temática, comentó algunos pasajes de la obra acabada de aparecer mientras que la comparatista e hispanista, Amaranta Sbardella, leyó poemas vertidos al italiano y al francés, tras haber explicado las características que más le llamaron la atención al dedicarse al estudio de toda la obra de Montobbio.

Finalizó el acto con un coloquio y una lectura de poemas por parte de Montobbio, la Dra. Boixareu y la profesora, señora López Forcén. Algunos de los poemas que se leyeron formaban parte de la obra inédita en España, eran de la segunda etapa de la poesía de Montobbio, en la que se da un giro temático y se presenta, entre otros, el mundo de la enseñanza: “La universidad de los estudiantes que no aprenden” de Donde tirita el nombre –inédito en nuestro país- caló hondo entre profesores y alumnos. Por otra parte, llamó particularmente la atención la colaboración del autor con el pintor Lluís Ribas en Los colores del blanco, lo que indica que Montobbio no vive en una galaxia autístico-poética sino que se relaciona con otros aspectos del mundo creativo tal como mostró la Dra. Boixareu.

A destacar dos ideas de Montobbio: "Todo lo que podamos decir de la poesía jamás serán más que bienintencionadas tonterías" –del poema Enero de Absurdos principios verdaderos- y "Los poemas se explican por sí solos, o no se explican de ningún modo" —esta última parafrasea una de Salinas — cuyo contenido deja entrever que su actitud poética y personal choca frontalmente con la idea de muchos de que toda poesía conlleva didactismo grandilocuente. Nos colocan ante un poeta que siente repugnancia ante la notoriedad y el abandono del anonimato, y que escribe sin pensar en que algún día será leído, que, sencillamente, escribe porque vive la creación literaria como algo interior, íntimo y propio.

Este fue el fin oficial, el no esperado fue la larguísima cola que se formó con asistentes ansiosos de que el poeta les dedicara la obra que acababan de adquirir aguijoneados por unos poemas que no dejaron a nadie indiferente. Digamos que el público se marchó a casa enfervorizado y lleno de entusiasta admiración por la poesía de Santiago Montobbio.

No queda sino decir un Gracias, Santiago por tus magníficos poemas.

María Luisa Ordóñez, Barcelona, 20 de mayo de 2011
Profesora de la Facultad de Filología del Centro de la UNED de Barcelona

“La poesía se explica sola; si no, no se explica” (citado por Gerardo Diego, Antología Poesía Española contemporánea (Madrid, Signo, 1934).
Ver: http://comunidad-escolar.cnice.mec.es/documentos/salinas/salinas2.html, P. Salinas: Salinas y la expresión del sentimiento amoroso en “Valoración global de su producción poética” en Lectura y Educación. Fecha de captura: 22 de mayo de 2011

El mar está al final de algunos niños



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EL MAR ESTÁ AL FINAL DE ALGUNOS NIÑOS.
Habita su corazón y es quizá su brújula,
su ritmo, su latido. El mar está al final
de todo lo que resplandece en esta vida.
El mar es una infancia. El mar es la libertad, la música.
Yo quiero ser el mar que te encuentre y te adivine
cuando se despierte la mañana y en tu alma
su ritmo seguir, como un niño
que al final o en su corazón lo cifra.

19 marzo 2009

(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI

Para un verdadero poeta todo momento debería


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PARA UN VERDADERO POETA, TODO MOMENTO DEBERÍA
ser poético, dice Borges en un libro de Diálogos.
Me parece añade que no sabe si esto es posible o si sería
sencillamente soportable. En estos días de marzo
así están siendo todos mis momentos.
De modo continuo, sin descanso. El alma
y la mano trabajan, es una manera de decir,
porque el arte es un destino y no un trabajo.
El alma, la mano, el corazón y la mirada
se entrelazan los dedos en los versos
y los ven en las esquinas y los adivinan
más allá de las ventanas y en el árbol
y en la nube y en el pájaro y así
en todo momento, que es poético. La vida
puede tener esta intensidad, este misterio.
Estos días de marzo son el acta
que de ellos levantan. Los poemas están,
no engañan.

18 marzo 2009

(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina
Voz: María García Esperón
Música: Yiruma
MMXI

Para un verdadero poeta, todo momento debería

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)