“Poema y pan” en Revue d’Art et Littérature, Musique (Francia, 2012).

Foto: Anna Xalabarder

Porque el poema es pan. Nada hay más unido a la vida
 que hacer poemas o hacer pan.
 Nada más sencillo y natural, y que sea casi su raíz.
 Santiago Montobbio

El centenario de Carlos Fenoll, poeta-panadero que introdujo a Miguel Hernández en la poesía ha sido motivo de la publicación de una antología comentada de su obra. La Concejalía de Cultura de Orihuela, a través del editor de la antología, José Luis Zerón, invitó a Santiago Montobbio, entre otros escritores,  a escribir un comentario sobre uno de los poemas de Fenoll. El libro "Antología comentada, Carlos Fenoll" se presentó el 22 de noviembre en el Auditorio de la Lonja de Orihuela.



El comentario de Santiago,  estructurado en dos momentos y titulado "Poema y pan" ha sido publicado íntegro en  Revue d’Art et Littérature, Musique (Francia, 2012). Para quien esto escribe, leer a Santiago significa ingresar en la otra dimensión, en esa donde la realidad pesa y significa y donde nada es casual ni vano ni superficial, sino que todo se revela como un entramado de sentidos y conexiones sorprendentes y misteriosas.
En "Poema y pan", Santiago Montobbio desmenuza poética y metafísicamente la petición que le dirige el editor José Luis Zerón de comentar un poema -"Canción a mi vida"- del llamado poeta-panadero.
Hace ontología Santiago Montobbio y su refinado instrumento expresivo, ese lenguaje que nos deja atónitos de sencillez y pertinencia, recorre en dos momentos tantos caminos que se bifurcan a propósito de la petición y del poema, nos pone en las manos tantas claves, tantas claridades ante nuestros ojos y tanta belleza y verdad manando del instante en que le piden que haga un comentario para un poema en una antología, que quedamos convencidos que en el instante en que leemos "Poema y pan" está ocurriendo lo fundamental, lo urgente, lo que tenemos que saber para seguir viviendo. (María García Esperón)

"Poema y pan", de Santiago Montobbio . Texto íntegro en  Revue d’Art et Littérature, Musique (Francia, 2012).

Fotos: Anna Xalabarder











Estudio de Giuseppe Bellini sobre la poesía de Santiago Montobbio en Studi di Letteratura Ispano-Americana 45 (Roma, 2012)

Foto: Anna Xalabarder

El eminente hispanista Giuseppe Bellini, de la Universidad de Milán, acaba de publicar un estudio sobre la poesía de Santiago Montobbio en la Revista Studi di Letteratura Ispano-Americana 45 (Bulzoni Editore, Roma, Ottobre 2012).

El estudio, titulado “La poesia di Santiago Montobbio tra “Assurdi principi veri” e un “Fondo d’acqua marina” aparece en un volumen particularmente exquisito que incluye un trabajo de Julián González Barrera sobre el canon de la belleza femenina en el Siglo de Oro; otro de Silvia M. Gianni dedicado a Rubén Darío, y un tercero de Pol Popovie Karie sobre Alfonso Reyes.

Giuseppe Bellini es un gran conocedor de la obra de Santiago Montobbio y esto le ha permitido detectar los misteriosos valores de "La poesía es un fondo de agua marina", que realza en este estudio vinculándolo con la totalidad de la creación del poeta.

Disponible solamente en formato impreso, la revista se encuentra registrada en Dialnet, aquí  y puede adquirirse via internet a través de varios sitios:

Librería Universitaria Unilibro

Hoepli.it La grande libreria online

Abebooks.com

Santiago Montobbio en el I Festival Internacional de Poesía de Managua 2012

Santiago Montobbio. Foto: Anna Xalabarder

La obra de Santiago Montobbio estará presente en el I Festival Internacional de Poesía de Managua 2012, que organiza la Fundación Esquipulas con el apoyo de la Alianza Francesa de Nicaragua y con el mecenazgo de la Embajada de Francia en ese país,  del 26 al 29 de noviembre en las instalaciones de la Alianza Francesa.

Este festival de tan amplio aliento se yergue gracias a una conjunción de voluntades que quieren celebrar el 25 aniversario de los acuerdos de paz de Esquipulas II. Combina lo presencial con lo virtual, pues al lado de poetas que participarán físicamente en el encuentro, como el cantautor y poeta Enrique Mejía Godoy, Lolo Morales, Renata Bomfim, Smagdros Moreno, María Eugenia Campo, Sandra Rivera, Osvaldo Sauma, Victoria Toledo y Jorge Eduardo Arguello, entre otros destacados creadores, se escuchará el miércoles 28 de noviembre en el Patio de la Alianza Francesa la poesía de Max Lacayo y María Augusta Montealegre a través de Skype, y de Santiago Montobbio mediante la proyección de algunos de los videopoemas que hemos venido publicando en este blog, El poema es todo.

Este Festival multicultural e incluyente que contará con la presencia de Antoine Joly, Embajador de Francia, y que evoca la sombra inmensa de Rubén Darío (una visita a su sepulcro forma parte del programa), puede seguirse a través del blog Festival de Poesía de Managua. 

Aquí, el programa completo: Programa Oficial del FIP Managua 2012

La Fundación Esquipulas está presidida por Ariel Montoya, poeta, escritor y editor nicaragüense, que es también el director de su revista, “Decenio”, Revista Cultural Centroamericana. En su último número, el 34,  se publica la primera parte de una entrevista que el director de la publicación ha realizado a Santiago Montobbio, quien ha formado parte de su Consejo Editorial desde hace varios años. (La segunda parte de la entrevista se publicará en el número siguiente de la revista). La Fundación Esquipulas tiene también un blog que ha publicado "Palabras para Babel", de Santiago Montobbio en el artículo "Santiago Montobbio: poeta barcelonés".

Revista Decenio en Facebook


La palabra del mar en Amics de la UNESCO de Barcelona

Foto: Anna Xalabarder

El 18 de octubre pasado, el poeta Santiago Montobbio presentó en la sede de Amics de la Unesco de Barcelona, La palabra del mar, una conferencia que rasga el velo de lenguaje para amotinar sus innúmeras potencias en un Universo recién creado.

En una conferencia pocos, muy pocos poetas han sabido o podido llegar tan lejos. La he leído tres veces y pienso en Federico García Lorca y en su Teoría y Juego del Duende. Y pienso en Borges oral en la Universidad de Belgrano hablando del Libro y de la Inmortalidad y del Tiempo y regreso a Santiago Montobbio y desde la primera línea hasta la última se experimenta ese sabor inconfundible de la revelación.

Santiago Montobbio devela el mundo segundo a segundo, percibe nanofracciones de belleza y de sentido y eso inefable está en su poesía y fue de inmediato captado hace más de veinte años por Delibes y Cela y Onetti y Sábato, escritores a quienes el entonces joven poeta envió sus primeros textos. Esta historia puede leerse, paladearse y vivirse en el texto de la conferencia, donde Santiago dibuja la figura y la palabra de su padre con una maestría comparable a la de Borges evocando al suyo, suscitando a un hombre extraordinario y entrañable, origen del poeta que compuso esta Palabra del mar.

Porque Santiago Montobbio es uno de los grandes poetas del siglo XXI.

Porque su lengua es universal e incluyente y porque su español es catalán, italiano, francés, latín y el griego antiguo de sus dieciséis años y el moderno de los poetas neogriegos en que se convirtió desde la sangre.

Porque desde la sangre entrega los libros y los nombres. Baudelaire, Cernuda, Seferis, Alberti y Montobbio mismo convertido en poema porque EUROPA ESTÁ EN MI SANGRE. ITALIA Y FRANCIA / en mis primeros apellidos... como dice un poema de La poesía es un fondo de agua marina y como podemos decir muchos americanos con esas palabras de Santiago que también, e imitándolo, hemos convertido en sangre. En sangre de lengua románica que al decirse se sabe. Sabe quién es y dónde se encuentra:

Sí: este es el sitio donde hablar de mi poesía y de mi vida -expresiones de amor ambas-, que son y nacen de Europa pero desde ella se dirigen al mundo, escrita en una lengua que habla un continente y tiene raíces tan largas, porque es aún el viejo latín, el latín de estas costas, como lo hace también Europa, que es una llave y una puerta, una puerta abierta al mundo, o así quiero verlo y deseo que sea.

Desde la sede de Amics de la Unesco de Barcelona, La palabra del mar nos entrega a un poeta que vive en estado de perpetua poesía, de lúcido y entregado amor, de vocación deslumbrante.
María García Esperón

La palabra del mar, de Santiago Montobbio, texto de la conferencia publicado en el Centro de la UNED de Barcelona
Montobbio reflexiona sobre la identidad europea y el lenguaje,  Asociación Colegial de Escritores de Cataluña
La palabra del mar por Laurie-Anne Cathala. RAL,M. Francia


Fotos: Anna Xalabarder


La poesía es un fondo de agua marina en Amigos de la UNESCO de Barcelona el 18 de octubre de 2012

Foto: Anna Xalabarder

Amigos de la UNESCO de Barcelona, es el centro más antiguo de la UNESCO en España y se ha caracterizado por realizar múltiples actividades a favor de la diversidad cultural. Entre ellas destaca el ciclo Altavoz de las culturas, que promueve conferencias sobre diversidad e integración cultural.

En este marco ha sido invitado el poeta Santiago Montobbio, que a través de su libro La poesía es un fondo de agua marina, hará un recorrido por las tierras poéticas del Mediterráneo al tiempo que transmite su experiencia vital.

Altavoz de las culturas Local de amigos de la UNESCO de Barcelona
Mallorca 207
18 de octubre de 2012
19:15 hrs.

Ponencia sobre la poesía de Santiago Montobbio en el XIV Congresso de Estudos Litérarios: Todos os poemas o poema de la Universidade Federal do Espíritu Santo el 16 de octubre de 2012

Foto: Anna Xalabarder

La hispanista brasileña Ester Abreu Vieira de Oliveira, Doctora por la UFES, (Universidade Federal do Espíritu Santo) presentará una ponencia sobre la poesía de Santiago Montobbio en el XIV Congresso de Estudos Litérarios: Todos os poemas o poema de la Universidade Federal do Espíritu Santo el 16 de octubre de 2012. La ponencia se titula “A poetica de Santiago Montobbio. Um poeta catalao”.

Gran conocedora de la obra del poeta, Ester ha traducido varios de sus poemas al portugués. A continuación, el resumen de la ponencia donde la estudiosa realza aspectos esenciales de la poesía de Santiago y el programa completo del Congreso:


Ester Abreu Vieira De Oliveira
Foto: www.letraefel.com
"Proponho apresentar o poeta catalão Santiago Montobbio, que possui uma grande força e profundidade poética e tem nove obras publicadas. Sete delas estão em espanhol e duas, em francês. Esse poeta tem, também, obras traduzidas em nove idiomas e tem colaborações em várias revistas. Em sua obra, de versos irregulares, estão questões transitórias de vida, morte, solidão, marginalização, consciência do tempo, reflexões sobre o amor e uma preocupação constante de apresentar o fazer poético. Seu tecer poético, pela temática e forma foi elogiado por escritores de renome e suas poesias já foram apresentadas em salões de sua cidade, Barcelona, e de outras cidades da Espanha e da França. Esse poeta é formado em Direito e professor nesta área Quanto à aparente não-conciliação entre ser um acadêmico do Direito e ser um produtor de Literatura, o próprio autor nos explica: “Yo antes pensaba que la Poesía y el Derecho no tenían precisamente mucho que ver, pero de vez en cuando ahora creo que quizá no es tan así, ni que sea porque la poesía puede subsumirse en una categoría jurídica, ya que afortunadamente forma parte de las cosas que están fuera de comercio". Observa-se, em sua obra, um equilíbrio entre tradição e ruptura. Dialoga ele com a poesia contemporânea, prestando, pois, original contribuição para a poética de nossos dias, na apresentação original dos poemas fundamentados na metáfora. Apesar de sua maneira própria de recriar o mundo ao construir seus poemas, encontramos ecos de poetas do século XX, principalmente dos escritores da geração do 27. Em Absurdos principios verdaderos no poema “Para vivir no quiero islas palacios y qué alegría” (p. 84) está claro o eco com o poema de Pedro Salinas “Para vivir no quiero...“. Porém o que mais vincula Montobbio a Salinas é a apresentação de um amor distante, fora da realidade cotidiana à margem do tempo e do espaço. A mulher do seu “eu poético”, o Outro, com quem dialoga, se reflete em outras."








UNIVERSIDADE FEDERAL DO ESPÍRITO SANTO
CENTRO DE CIÊNCIAS HUMANAS E NATURAIS
PROGRAMA DE PÓS-GRADUAÇÃO EM LETRAS
XIV CONGRESSO DE ESTUDOS LITERÁRIOS:
TODOS OS POEMAS O POEMA

15 e 16 de outubro de 2012
PROGRAMAÇÃO GERAL DAS CONFERÊNCIAS E DOS SIMPÓSIOS
(espaço: serão utilizados o Auditório do IC-2 e as salas do Prédio de Letras e do IC-3)
1

SIMPÓSIO 2. POEMAS EM TRADUÇÃO Coordenadores: Raimundo Carvalho e João Paulo Matedi Local: Sala 7 do IC-3
DIA 16 DE OUTUBRO, TERÇA-FEIRA, 14 HORAS:
Mesa V: W. H. Auden, João Cabral de Melo Neto, Gary Snider, William Carlos Williams, Vinicius de Moraes, Murilo Mendes, Santiago Montobbio, Pierre de Ronsard, Elizabeth Barrett Browning, Álbio Tibulo, Virgílio
1. Angie Miranda Antunes (UFJF); Fernando Fábio Fiorese Furtado (UFJF) / SUJEITO, LINGUAGEM E REALIDADE EM “WORDS”, DE W. H. AUDEN
2. Sara Novaes Rodrigues (UFES) / CAMINHOS DE PEDRAS
3. Pedro Antônio Freire (UFES/Capes) / “TRADUÇÕES” DE GRACILIANO RAMOS EM TRÊS PERSPECTIVAS: VINICIUS, CABRAL, MURILO
4. Ester Abreu Vieira de Oliveira (UFES) / A POETICA DE SANTIAGO MONTOBBIO – UM POETA CATALÃO
5. Carlos Roberto Ludwig (UFRGS/CNPq) / A TRADUÇÃO POÉTICA E RÍTMICA DE PIERRE DE RONSARD
6. Fernanda Cardoso Nunes (UERN) / ELIZABETH BARRETT BROWNING’S ‘SONNET XLIII’: UMA ANÁLISE COMPARATIVA DE TRÊS TRADUÇÕES PARA O PORTUGUÊS
7. João Paulo Matedi (UFES) / UM POEMA, UM TRADUTOR, DUAS TRADUÇÕES – TIBULO
8. Raimundo Carvalho (UFES) / UM RAMO DE OURO PARA VIRGÍLIO

Anna Xalabarder: la mirada de la poesía

La fotógrafa y el poeta: Anna Xalabarder y Santiago Montobbio

Por María García Esperón

Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) ha revelado en su libro más reciente La poesía es un fondo de agua marina, (Barcelona, 2011) cómo el ser humano puede percibir el mundo en su dimensión poética y expresar la naturaleza maravillada de esa percepción a través de las palabras. 
La experiencia estética es la inminencia de la revelación, según la insuperable fórmula expresada por Jorge Luis Borges. Ese invisible trémulo inefable, ese ya va a suceder que sucede es apresado y liberado por Santiago en su poesía. 
Anna Xalabarder, desde la imagen, comparte el mismo don. Fotógrafa de honda sensibilidad hace ver con la lente de su cámara lo que ve el ojo de su mente. Las fotografías que por amistad viene haciendo del poeta en paisajes que ambos transforman con su solo estar son el testimonio raro por precioso de ese momento en que   la mirada de la poesía hace surgir, inefable, trémulo, invisible, un universo.

Venecia. Foto: Anna Xalabarder
Estas fotos de Anna vienen apareciendo en Internet acompañando las publicaciones que a propósito del poeta se realizan en los ya incontables espacios de quienes seguimos la poesía de Santiago. Los buscadores de imagen las resaltan al inquirir por el nombre del poeta y es verdaderamente precioso por raro el poder leer un poema de Santiago y contemplar al mismo tiempo la mirada de Anna Xalabarder.

Para una verdadera mirada humana, todo momento debería ser originario y originante, maravillado de su infinitud estricta, de su sagrado irrepetible, de su eterna vida fugaz, de sus reflejos. 

La mirada de la poesía nos revela  un concierto de sentidos despiertos, realidad auroral memoriosa de sus sueños, atravesada de amor soñado que quiere ser vivido plenamente al escribirse. 
La mirada de Anna Xalabarder nos pone en contacto con la conciencia creadora de un poeta que se llama Santiago Montobbio y para quien, como dice Borges en un libro de Diálogos, todo momento debería ser poético.

Venecia. Foto: Anna Xalabarder

Santiago Montobbio en La Vanguardia de Barcelona




El diario La Vanguardia, uno de los principales medios informativos de España, dedicó su sección "El Creador" a Santiago Montobbio el 6 de marzo 2012. Con el título de "El arte es misterioso", (una de las frases que identifican al autor) el periodista Rafael Lozano ofrece un panorama muy completo desde la irrupción deslumbrante que hizo un muy joven poeta en el panorama literario hispanohablante, sus veinte años de silencio, la explosión creativa que supuso La poesía es un fondo de agua marina y su quehacer literario actual: "la prosa reflexiva de raíz francesa que también enlaza con la poesía".
Rafael Lozano participó además en la presentación de La poesía es un fondo de agua marina en el Centro de la UNED de Barcelona, el 14 de marzo de 2012, como fue informado en la Agenda del día de La Vanguardia.

Ebooks de Vanguardia

En una iniciativa muy innovadora, La Vanguardia ha publicado algunos libros electrónicos que llama ebooks de vanguardia. En uno de ellos  “Creadores (literatura)”, recoge a los escritores a los que se  ha dedicado esta sección. Uno de los capítulos de este libro es precisamente el centrado en Santiago Montobbio: "El arte es misterioso" .

Foto: La Vanguardia

Palabras para la revista BABEL en la Sala Eugenio Montejo de la Biblioteca Los Palos Grandes el 2 de junio de 2012

Foto: Anna Xalabarder
La clausura de unos coloquios sobre Edición de Revistas en Caracas y una petición de la revista Babel han sido motivo para que Santiago Montobbio componga el siguiente texto, donde se entreveran vida y reflexión literaria en una lectura tan lúcida como develadora de la evolución de la lengua, la cultura y la poesía desde la generación del 27 hasta la primera década del siglo XXI. En un muy emocionante recorrido, Santiago dobla y desdobla el mapa hispanohablante desplazando los tópicos para que revelen nuevos sentidos. "La literatura es la lengua en que se escribe", dice este poeta nacido en Barcelona,  que ha sido publicado en las revistas más importantes y renovadoras de Hispanoamérica, que es leído, traducido y comentado en francés, inglés, portugués, rumano e italiano y cuyo último libro, La poesía es un fondo de agua marina, cifra y descifra el laberinto del mundo. (María García Esperón)

Fuente: Le Chasseur Abstrait. Revue d’Art et Littérature, 
Musique

En enero de 1988, y después de llevar varios años escribiendo de un modo tan
silencioso como intenso, me decidí a enviar por primera vez por correo algunos de mis
poemas a alguna editorial, y también algunos a una revista. Tenía veintiún años, y
ninguna confianza en la utilidad de este procedimiento, en el que no creía. Los poemas
que envié a la revista eran solo cinco, con la intención o la esperanza de que así fuera
más posible que los leyeran y no fueran a parar directamente a la papelera, y era una
revista elegida también con toda conciencia: la Revista de Occidente, donde más
hubiera deseado publicar mis poemas, empezar mi vida de poeta, ahora que con timidez
me decidía a hacer este gesto para ello, y que a la vez resultaba un sueño, precisamente
por el acierto obvio de la elección, ya que allí se había publicado Cántico de Guillén, o
el Romancero Gitano de Lorca, y era, en fin, la revista del 27, esa generación de plata u
oro para nuestra cultura que es la generación de la República y a la que a veces también
se le ha llamado con el nombre de la revista que fundó Ortega. Ante mi asombro, un
tiempo después me llamaron a casa para pedirme mis datos y para pagarme, a la vez que
me anunciaban la publicación de mis poemas. Fue mi primera publicación como poeta,
y me honro en indicarlo siempre así: “Tres poemas”, en su número 84, de mayo de
1988, dentro de un número de homenaje a Marañón.
Mi vida de poeta empieza en una revista, y creo que no puede ser casual sino que es
muy, especialmente significativo. Y empieza con una acogida abierta y generosa ante el
aprecio espontáneo por mis poemas, que son los de un desconocido que los había
mandado por correo. Y esto también es significativo, y será igualmente una constante en
mi vida.
Perdonen que hable de mi vida, al querer hablar de las revistas, y de una revista de
cultura, pero me temo que es inevitable que así sea, pues están entremezcladas con ella,
con mi vida, forman parte de ella, y en su compañía he nacido y crecido. Mi deseo y
decisión de enviar poemas a una revista (y tan determinada y elegida), además de a
alguna editorial, la primera vez que me decidí a hacer este acto con mi poesía, también
es sustantivo y está lleno de sentido, y responde a la conciencia de la sustantividad
propia que tienen las revistas en la cultura de un país, en su misma vida. Las revistas
tienen un papel y cumplen una función insustituibles para la vida cultural de un país, y
yo lo sabía muy bien, como es natural saberlo, pero además, en mi caso, y como he
dicho, era una realidad que formaba parte de mi vida diaria y de familia. Mi padre fue
uno de los fundadores de la revista El Ciervo en la Barcelona de 1951, y colaboró
activamente en ella durante sus primeros años y publicó allí algunos artículos que en su
época fueron relevantes. Como, por ejemplo, la entrevista que hizo en 1958 a La Pira, el
alcalde y médico humanista de Florencia, y en la que éste decía, guiado por mi padre,
que creía que sería buena una monarquía para España, lo que quería decir también,
claro, una democracia –pues los monárquicos, los juanistas, como mi padre, eran
demócratas. Fue la primera vez que esto se dijo en la prensa y de modo público en
España y en plena dictadura, y quizá y seguramente por el respeto y prestigio inmenso
que tenía y suscitaba La Pira fue por lo que pasaron a imprenta. Este artículo suele
incluirse en todas las recopilaciones y panorámicas de la revista, y estuvo ya en la
primera, en el libro Generaciones nuevas, palabras nuevas, publicado en Madrid por la
Editorial Euramérica en su colección Mundo Mejor en 1960 (Juan Manuel Montobbio
Jover, “Visita a La Pira”, páginas 246-250). Mi padre cubrió también desde Roma para
la revista la elección de Juan XXIII, que le dedicó su portada y que fue fundamental
para este grupo de barceloneses que como católicos tenían vocación de universales, y la
sintonía que sintieron con él, y lo quisieron tanto. Y les despertó tantas esperanzas,
acordes con las de su corazón. Porque El Ciervo fue una revista cristiana pero abierta,
en las antípodas del catolicismo oficial del régimen, y de mentalidad también abierta y
moderna en todos los aspectos de la cultura y que resultaba así una excepción y una
ráfaga de aire fresco en la oscura España de entonces. Puedo, o quiero, poner otro
ejemplo de familia, y que por esto sé bien. En Usos amorosos de la posguerra española,
Carmen Martín Gaite comenta que se ha pateado las hemerotecas y ha leído y
consultado toda la prensa de la época, y que lo único que ha encontrado que por
mentalidad y posiciones y actitudes morales pudiera considerarse moderno y
equipararse a lo que se decía por parte de los médicos en otros países de Europa era una
serie de artículos publicados en El Ciervo por mi tío Luis Montobbio Jover, ginecólogo.
Así era El Ciervo, y es, o ha de seguir siendo. Porque la revista continúa publicándose,
y el año pasado cumplió sus 60 años. En 1991, con motivo de su cuarenta aniversario, el
rey Juan Carlos le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, en un acto
en el Museo del Prado, y en el que le concedió la Medalla también a otra revista, y que
era la Revista de Occidente, donde, como sabemos, publiqué por primera vez como
poeta. La vida está llena de casualidades o misterios. Ese número en que se publicaron
mis poemas estaba dedicado a Marañón, por quien mi padre sentía fervor, y escribió en
El Ciervo un artículo a su muerte. Con motivo de su fallecimiento, se publicó un
número elevadísimo de artículos, y un comité eligió tres entre ellos, y uno fue el de mi
padre. Que era un abogado y no un escritor profesional. Era una persona que escribía
por placer y por afición, con amor. Pero es así como se ha de escribir, y ha de escribir
también así, siempre, un escritor. Es una verdad y una lección que no ha de perder
jamás de vista.
Siento que me pierdo, pero a la vez que quiero perderme, entre mi vida y mis recuerdos,
pero también que desde ellos me encuentro y vuelvo al tema, a las palabras que quiero
escribir sobre las revistas de cultura y más en concreto sobre Babel, que es quien me las
pide. Pero no pueden ser unas palabras de trámite o compromiso sino que son, han de
ser –como se ve- inevitablemente sentidas y enraizadas en mi vida. Y en ella estoy, o
me veo, en el hotel de las Ramblas o junto a ellas en que se alojaba Angelina Muñiz Huberman la primera vez que vino a España. Le di, ya en tristes fotocopias, mis
primeros libros, Hospital de Inocentes, de 1989, y Ética confirmada, de 1990, y un
ejemplar de Tierras, publicado en Francia en diciembre de 1996. Angelina se interesó
por esta editorial francesa. Allí, en Francia, publicaron este libro, y Francia empezó a
ser y seguirá siendo siempre y de modo extremo una tierra de acogida para mi poesía.
Quizá lo veremos. Angelina nació en Francia, en 1936, y la acogió México, otra tierra
de acogida, que lo fue (y no Francia) para los exiliados españoles. Angelina es una niña
del exilio, y forma parte del grupo de escritores hispano-mexicanos, los que fueron
niños o muy jóvenes al exilio en México, y, aunque españoles, han desarrollado toda su
carrera de escritores allí. Angelina se interesa por esta editorial de Francia y hablamos
de las dificultades editoriales que padece la poesía. En efecto, yo –y bien lo ve- no le
puedo llevar libros de esta extensa obra de juventud que en forma de tales no volverá a
salir sino muchos años después. Y Angelina me dice: otro camino son las revistas. Y me
acordaré muchas veces de ella. Porque es una verdad que yo ya sé, pero que comprobaré
cada vez más con el paso de los años, de los días. Lo sé, pero es sabia Angelina y son
sabias sus palabras, y dicen las cosas como en verdad son, como es: las revistas son otro
camino. Constituyen otra puerta y otra posibilidad para la cultura y la vida de un
escritor y de un país, y por ello son en verdad y como decía realmente insustituibles.
Porque cumplen una función y desempeñan una labor que omiten las editoriales y que
resulta esencial y no hay otro camino (son otro camino, Angelina) dentro del mundo de
la cultura en que ésta pueda andar y se pueda cumplir. Las revistas de cultura son
esenciales para un país, e insustituibles. Lo quiero repetir, quizá porque sé que en el arte
hay que insistir, que el artista insiste, y que lo hago así un poco como lo dice Ramón
Gaya: “Yo no repito, insisto”. Y repito e insisto, también, porque quiero y es verdad, y
yo puedo ser ejemplo y prueba de ello, de que es así, e ilustrarlo mi vida de escritor.
Pasarán diez años hasta que consiga publicar otro libro (El anarquista de las bengalas,
en 2005), pero durante ellos mi obra se irá dando a conocer y divulgando cada vez más
a través de las revistas, a veces en conjuntos muy extensos, casi libros (así los
publicados en La experiencia literaria, de México, o Atenea, de Puerto Rico), e incluso
con una edición exenta y como tal, como encarte de la revista, tal lo fue de la mexicana
Literal en 2003 Los versos del fantasma. Mi poesía es acogida por las revistas, que le
abren las puertas con decisión y generosidad, en Europa –y así aparece en grandes
revistas de París, Londres, Bruselas, Dublín o Roma- y también en América, en muchas
de ellas, revistas emblemáticas –La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, de
México, o Casa de las Américas, de La Habana- y revistas que apoyan mi obra y
apuestan por ella y la acogen de manera reiterada en sus páginas, como Acequias en
México o Babel, en Caracas. La acogen desde el primer día, al conocer mis poemas,
enviados desde España. Mi poesía anda y circula en las revistas de América y gracias a
ella, se publica en su idioma y sabe que en ellas está en su casa, porque es realmente así
y también y sobre todo porque ellas así lo quieren. Y así me acuerdo de las palabras de
Angelina (“las revistas son otro camino”), que enuncian una verdad que ya sabía pero
que la expresan como más realmente es y podré comprobar en innumerables ocasiones a
través de muchos años. Y esto tiene diversas causas. A ello iremos, pero de momento
continúo. Y así preciso que el hombre y sus inclinaciones cambian poco, y por esto
puedo hablar en presente de este fenómeno además de en pasado, pues las revistas han
cumplido esta función en esta época –años y años- de mi vida que refiero pero también
ahora la siguen cumpliendo. Así, el primer conjunto de los poemas que escribí en mi
vuelta a la escritura en 2009 se publicaron en enero de 2011 en la revista mexicana
elpoemaseminal con una muy bella presentación de Angelina, y salieron por primera
vez en libro en París en abril de ese año 2011 (La poésie est un fond d’eau marine,
Éditions du Cygne, Paris, 2011). Otra vez Francia, y México, y las revistas, que, como
se ve, han sido los primeros –países y medios- en dar a conocer esta nueva poesía. Y es
que las revistas siguen cumpliendo esta función de avanzadilla o punta de lanza en el
mundo de la cultura, y son las que primero dan a conocer las obras (las cartas de Van
Gogh se publicaron por primera vez en Mercure de France, que aún perdura), y también
permiten muy amplias posibilidades. Así ha sido otra revista, Tonos Digital, Revista
Electrónica de Estudios Filológicos, de la Universidad de Murcia, la que en su número
22, de enero de 2012, ha publicado un libro de conversaciones con la traductora y
especialista en mi obra Amaranta Sbardella, de la Universidad de Siena: Escribo sobre
el aire del olvido. Digo las dos cosas, y digo bien: es un libro y lo ha publicado una
revista. La generosidad de su director, José María Jiménez Cano, lo ha acogido y ha
permitido que desde ella se dé a conocer. Era ésta la precisión que quería hacer, y, una
vez hecha, y como prometía, continúo.
No he recopilado todos los números de Babel que tengo, porque no quiero hacer un
estudio sino hablar desde el sentir. Tengo en las manos algunos. Entre ellos, el número
44, de abril-junio de 2004. Se abre con un texto titulado “Camí del Nord o del Canigó
1939 Rememorando el exilio 2004”, en el envés de la portada, y sus primeros textos son
“Sobre la defensa y difusión de la cultura”, de Antonio Machado, y a continuación una
“Mínima antología del Romancero de la Guerra Civil Española”, de –claro- varios
poetas. No puede ser más significativo. Hay en Babel una voluntad de memoria y de
recuerdo permanente del exilio, de la guerra, que partió el país y lo dispersó y dio lugar
a la España peregrina, quizá la mejor España en ese destierro que era una soledad y
dolor, como levanta de ello acta, por ejemplo, el poeta Emilio Prados en el estremecedor
testimonio que son sus cartas de México. Y América acogió a esta España, España
peregrina, y América desde Babel lo recuerda y la acoge de nuevo, pues publica mis
poemas, como tantas otras revistas, cuando en España no lo hacen. Estoy diciendo
demasiadas cosas, y quizá sea mejor hacer un alto en el camino de las palabras. Un alto
que es solo un descanso o un respiro, para retomarlas, matizarlas, completarlas. En
Babel está el exilio, su memoria, el recuerdo y la presencia de España, una voluntad de
engarce con ella que no es solo histórica, como demuestra que acojan los poemas de un
poeta español vivo, joven, que salen en este número y hoy habla de ello. Babel
representa, por decisión y voluntad clara, una unión y engarce con España que es
resultado natural de la historia y una realidad de cultura, pero que Babel no solo no
tiene presente sino que la ejemplifica. La unión de España y América está también en
este número, pues lo cierran algunos poemas de mi primer libro, Hospital de Inocentes
(y entre ellos dos de los que salieron por primera vez en Revista de Occidente), y
después de ellos y como colaboración final un texto emblemático de Felisberto
Hernández, a quien tanto quiero (“Nadie encendía las lámparas”). Como a tantos
escritores hispanoamericanos. He dicho siempre que la literatura española no es sino la
escrita en español, y que no tiene sentido imponer límites nacionales a la literatura, y
que así he sentido siempre a los escritores hispanoamericanos tan propios y tan míos
como los españoles, como es natural y sabio que así sea, pues la literatura es la lengua en que se escribe. Y así me he formado en mis lecturas tanto con los poetas del 27 como
con los grandes poetas de América, por ejemplo. Y me gusta en este momento
aprovechar para decir que esta unión del idioma español es un milagro y permite la
expresión de una variedad de realidades y matices en concepciones y maneras de ver el
mundo en lo que constituye una comunidad de cultura para la que sería difícil encontrar
parangón. Es una verdad, y Babel la ejemplifica y es fiel a ella. También en lo que
pueden considerarse otros matices de esta rica, inacabable comunidad, como son las
lenguas hermanas de España, y así en otro número tengo el inmenso placer de que mis
poemas se encuentren con los de Salvador Espriu, cuya lectura también me ha formado,
ya que acompañaron e iluminaron mi adolescencia los grandes poetas catalanes como él
(tal Foix, o Vinyoli), del 27 y los hispanoamericanos (y también, digo entre paréntesis,
los poetas neogriegos de la generación de 1930). Y Babel acoge a Espriu, y publica sus
poemas en América junto con los míos, y a la fuerza yo he de sentir que estoy en mi
casa. Borges decía que los hispanoamericanos eran europeos en el destierro, pero a
veces puede dársele la vuelta a una frase, y así resultar cierto que para algunos
españoles el destierro ha sido España, madrastra de sus hijos más verdaderos, como
decía Lope, y la tierra de acogida América. En el exilio, por supuesto, en la España
peregrina, pero también después, en tiempos actuales. Porque la industria de la cultura
también impone omisiones y censuras, y América ha sido libre ante ellas, como las
páginas de Babel.
Este número 44 de Babel se abre con un recuerdo de la ida a Francia, del inicio del
exilio (donde y cuando nació Angelina), y unas palabras de Machado. Angelina preside
el Grupo de Estudios sobre el Exilio de la Universidad Autónoma de Barcelona, y la vi
allí, con motivo de un congreso para el que vino. Teníamos que ir a Colliure a
clausurarlo con unas palabras suyas ante la tumba de Machado, pero un quebranto de
salud le impidió ir y las dio a leer a otra persona, y pasamos la tarde en amistad y
compañía. El domingo pasado fui a Colliure con unos amigos desde el Ampurdán, que
está ya tan cerca. En la tumba de Machado había una placa de recuerdo con el verso que
encontraron al morir en sus bolsillos y todos sabemos: “Estos días azules y este sol de la
infancia”. Yo llevaba en el bolsillo dos poemas, no míos ni de Machado sino de dos
poetas que lo querían: “Colliure, febrero”, de Francisco Giner de los Ríos, y “Epitafio a
Antonio Machado”, de Pedro Garfias, y los leí. Dos poetas del exilio. Recuerdo que
para un homenaje que hicieron a Antonio Machado en el pliego de poesía de El Ciervo
hace muchos años llevé este poema de Francisco Giner de los Ríos, que estaba en la
antología compilada por José María Balcells con el título Poemas del destierro, y que el
director de la revista y el coordinador de esta sección de poesía no sabían quién era. Les
gustó mucho el poema, como es natural, pero no conocían a este poeta –o tal vez este
poema. Y quizá es también ejemplo de las consecuencias y el drama del exilio. Hasta
hace poco, la única edición que había de la bellísima poesía de Giner, que encarna y
representa también como un último eslabón la del 27, era el número que le dedicó la
revista Litoral, que ha realizado una labor ejemplar y es la de editar y dar a conocer las
voces del exilio, en un acto de justicia hacia esta mejor España que allí se dio y de la
que yo hablaba y que muy bien así sentencia como tal realidad José María Amado en las
“Palabras previas” a este número: “Por ello este homenaje es un homenaje más al exilio
que se inició tras la sublevación militar del año 1936, un exilio en que se encuentra
incluido lo más importante de la intelectualidad de este país por aquellas décadas”.
Babel ha sido memoria y voluntad de recuerdo del exilio, acogida a españoles de hoy,
puente con España, puerta abierta de América, acogida ancha y corazón libre. Unión de los países de nuestra lengua, sensibilidad hacia las voces de las otras, en una actitud
plural y ejemplar de cultura. Y esto, claro, no es casual. Se debe a una persona, que es
su director, Juan Riquelme. Detrás de la cultura y de la literatura hay personas, y
también de las iniciativas y empresas culturales, pero creo o me parece que las hay más
en las revistas, y esto es también un elemento que hace que sean una realidad distinta.
Ha sido la sensibilidad y la libertad de pensamiento y afán de justicia y amplitud de
miras del director de esta revista la que la ha hecho ser como es. He hablado a veces del
general pecado de omisión que la industria de la cultura comete a veces hacia alguna
obra de gran mérito, y con el que la ofende, pero a la vez he señalado que en el mundo
cultural se encuentran también espíritus libres, que son sensibles a la calidad artística de
una obra y no al amiguismo o las relaciones y pueden acogerla por sus méritos, y que yo
puedo dar prueba de ello, ya que mi trayectoria pública de escritor se ha dado y ha sido
posible gracias a la acogida de estos espíritus libres, editores a veces y aún en más
ocasiones, como sabemos, directores de revista, como Juan Riquelme, con quien ya me
une una amistad a lo largo, por decirlo como en el poema.
Se me pregunta qué opinión me suscita que Babel sea acogida por una entidad oficial y
tenga su respaldo y también que para acompañarla nazca un blog institucional. Creo que
está bien. Así lo pienso y me sale decirlo. Pero creo que está bien para una revista. Hace
poco volvía a leer un libro que me acompañó en mi primera juventud, que perdí (quizá
por un préstamo que como sabemos en el caso de los libros se vuelven siempre pérdidas
irreparables) y del que siempre he recordado juicios y aseveraciones, pese a no poderlos
volver a leer. Pero los tenía dentro. Es Opio, de Jean Cocteau, que he comprado en una
nueva edición y leído de nuevo. Pasan los años, pero perdura el adentro, y te fijas o te
asaltan las mismas frases o sentencias que te asaltaron entonces. Porque, pese a los años
y los daños, eres el mismo. O al menos de algún secreto, recóndito modo. Y así
recordaba muy bien esta frase que transcribo: “X… rechaza la medalla. ¿De qué sirve
rehusar, si la obra acepta? Lo único de lo que uno puede enorgullecerse es de haber
hecho su obra de tal forma que nadie pueda pensar en una recompensa oficial de su
trabajo”. Y la recordaba porque la compartía y sentía entonces que hubiera podido ser
mía, y no hubiera vacilado en firmarla. Y la vuelvo a leer y así vuelvo a sentirlo. Creo
que los honores, respaldos y reconocimientos, sobre todo si son oficiales, resultan
ridículos para un escritor, y lo manchan, lo infaman. Pero que no es así con las revistas.
Porque las revistas son un bien de todos. No son una vida personal, que se ha de cumplir
–siento- con discreción y hacia adentro, y consistir solo en hacer en soledad su arte, sino
un instrumento privilegiado y dinamizador como no hay otro de la vida cultural de un
país, casi un polen de ésta, y que por ello es justo y está bien que tengan un
reconocimiento oficial, el más alto y posible respaldo de las instituciones de su país, y
que éstas reconozcan así su significación y su papel, su valor, su trascendencia. Es
necesario. Sí. Así lo pienso. Porque las revistas son un bien para todos, para todos han
de ser, a todos han de llegar. Y toda ayuda o respaldo que haga esto más posible, y todo
reconocimiento que se les dé es bueno y está bien, porque la función que cumplen los
merecen. Y por esto me alegro del reconocimiento que ahora se otorga a Babel y siento
muy justo.
He querido quizá, pienso ahora, nada más que exponer algunos de sus motivos en las
palabras que para ellos escribo. Sí. Es lo que he querido decirles hoy.

Muchas gracias. Santiago Montobbio

Barcelona, 1 de junio de 2012

(Palabras escritas a petición de la revista BABEL de Caracas y leídas en la Sala Eugenio
Montejo de la Biblioteca Los Palos Grandes el 2 de junio de 2012 en el cierre del Ciclo
de Tertulias sobre la Edición de Revistas y el lanzamiento del Proyecto Trópico
Absoluto, que implica la digitalización de 50 números de BABEL y la creación de un
blog institucional vinculado a la revista).

Presentación de La poesía es un fondo de agua marina en el Ateneo Barcelonés el 25 de mayo de 2012



Muy buenas a todos, lectores y escritores: el pasado día 25 de mayo de 2012, a las 18h, asistimos en el Ateneo Barcelonés a la presentación del nuevo libro, aparecido en Ediciones El Bardo, La poesía es un fondo de agua marina del poeta Santiago Montobbio. La actividad fue organizada por la Asociación Cultural El Laberinto de Ariadna en el Aula de los Escritores de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC).

Felipe Sérvulo, coordinador de la Asociación, desde el inicio de su parlamento de presentación, se mostró deslumbrado por la poesía de Montobbio y continuamente lo animaba a leer sus poemas para deleite de los que asistíamos al acto.

Quedó claro que Santiago Montobbio es un poeta de inspiración torrencial como lluvia monzónica, que se ha hecho esperar veinte años de sequía inspiradora tras la anterior tirada de poemas juveniles que no ha publicado sino hace dos años, más o menos: En esta nueva etapa ha llegado a escribir cuatrocientos treinta y ocho poemas -¡438!, sí- en tres semanas, o sea una media de veinte poemas diarios. Ante este manantial puede pensarse que la calidad de lo escrito pueda sufrir altibajos, pero nada más lejano de la realidad como se fue demostrando lectura tras lectura a lo largo del acto: desde poemas mínimos a largos poemas narrativos, todos de factura impecable y de contenido certero: los breves llenos de pensamiento, los largos de recuerdos. En realidad toca géneros diversos como buen dominador de los recursos literarios que es.

De forma anecdótica y dentro de la corriente de complicidad entre los asistentes, el autor reconoció que parte de los poemas los escribió en la biblioteca y en el jardín de donde estábamos y que la génesis de un poema es para él musical ya que siente que poesía y música son dos formas distintas de una misma intención al igual que decía María Victoria Atencia, que escribe sintiendo la melodía que le transmiten las palabras que va empleando, pero eso surge en él de forma natural, no buscando un efecto determinado como deben hacer otros no tan afortunados en sus dones mentales y espirituales. Aclaró que por razones editoriales tuvo que suprimir poemas pero que, a la hora de publicarlos, decidió CONSCIENTEMENTE no agruparlos por temas sino que respetó el orden en que habían surgido de sí mismo y por ello la numeración cortada que aparece a veces en el libro, pero que eso ha dado la pauta de la “partitura” que se toca: como un diario en que se plasma una experiencia de conciencia…

Reconoce Montobbio que en esta entrega hay más madurez, que sus temas “son más templados”, que –como indica un asistente- se ha asentado, como corresponde a que ha vivido más, a que ha aumentado muchísimo su caudal cultural. Por ejemplo en los poemas narrativos, en que muestra una visión más amable de la infancia y más concreta, como sucede en la poesía de juventud que aparecía “la ciudad” y ahora esa “ciudad” se ha convertido en “Barcelona”.

Debemos incidir en que a lo largo del acto constantemente demuestra una gran base de cultura y una inteligencia clara, que subyuga al público, formado por escritores y gente de preparación alta.

La lectura de sus poemas va enfervorizando a todos, desde Felipe Sérvulo a los que al principio pensaban que se trataba de asistir a una presentación de trámite de “uno más”. No, esta vez está hablando un poeta que de un instante, de algo nimio (nº 237, nº 296, nº 373) logra un poema que adquiere una deriva filosófica. Por ejemplo, en el nº 237 con frotar los cristales de las gafas al limpiarlos, eleva un gesto cotidiano a la poesía, a la idea; o en el nº 373 donde toma como tema un camión de lavandería y acaba en un pensamiento complejo que rezuma filosofía. Porque, para Montobbio, el arte es una actividad sagrada que debe tener una misión alta aunque se use como instrumento algo cotidiano, CUALQUIER COSA PUEDE SUSCITAR LA EMOCIÓN POÉTICA (sic). Es decir que UNO EMPIEZA HABLANDO DE UN OBJETO COTIDIANO Y SE ACABA CON DIOS (sic) .
Como observó uno de los asistentes le recordaba a Celaya, a Hierro, sí, pero con otra pulsión más actual.

Bastantes poemas después, y, ante la presión del reloj –no nos hubiéramos movido de allí: queríamos más, más poesía con mensaje–, terminó la presentación con la lectura de un largo y maravilloso poema narrativo, a tres voces, entre ellas la de Felipe Sérvulo y la de Montobbio mismo, que lee muy bien, no como otros que escriben pero a la hora de leer su obra se atascan, tartamudean y no saben salir airosos del trance. Santiago Montobbio es un peso pesado de preparación cultural, tímido en algunas cosas, pero orgulloso defensor de su obra tras un velo de ironía que supone le viene de familia. Lo que quedó claro es que, como dijo, “el arte tira siempre adelante”.

María Luisa Ordóñez Llanos.
Barcelona, 29 de mayo de 2012

Fuente: Revue d’Art et Littérature, Musique

Santiago con parte de los asistentes al acto.


Con Felipe Sérvulo en el jardín romántico del Ateneo Barcelonés

La poesía es un fondo de agua marina en el Ateneo Barcelonés

Foto: Anna Xalabarder


La Asociación Cultural El Laberinto de Ariadna organiza en el Aula de los Escritores de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC), en el Ateneo Barcelonés una presentación de La poesía es un fondo de agua marina, de Santiago Montobbio, el 25 de mayo de 2012 a las 18 horas.
Presenta Amelia Romero de Ediciones El Bardo
Aula dels Escriptors de la ACEC, edificio Ateneu Barcelonès. 5ª planta. - Canuda, 6 - Barcelona
Horario: 18.00

Felipe Sérvulo, el coordinador de la Asociación, ha escrito sobre la poesía de Santiago Montobbio:

Hasta ahora mi concepto de la poesía era en exceso transcendente. La poesía tenía que emocionar, sorprender, transportarte a lugares donde los sentimientos se adueñaran de ti. Todo poeta que no conmoviera, no merecía la pena ser leído (según mi opinión). Tenía “que darte un puñetazo en el estómago” para ser tenido en cuenta.
Desde siempre he desdeñado, por ejemplo, la poesía satírica y mira que ha habido grandes genios que la han practicado, citaré, para referirme sólo en castellano, a Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Góngora... Tal vez porque he sido y soy un deplorable lector y durante mi formación académica me he encontrado con pésimos profesores de literatura. Ha sido mi acontecer el que me ha hecho inclinarme hacia un determinado tipo de poesía sin apenas criterio y guiándome sólo por mi instinto.
Pero he aquí que hace un par de meses, mi amiga Amelia Romero, editora del Bardo (una de las mejores editoriales de poesía de España), me regaló un libro de Santiago Montobbio. Santiago, hasta ese momento, era para mi un perfecto desconocido, pero la lectura de su libro me sirvió para ensanchar percepciones. Comprobé que la poesía, además de emocionar como también emociona nuestro poeta, podía ser divertida, recorrer caminos intermedios que, por momentos, invaden el micrrorelato. Por momentos se vuelve surrealista, complejo y, también, sencillo, irónico y, sobre todo, original. Siempre con ese trasfondo que no debe perder de vista el poeta: la naturalidad de lenguaje y el sentimiento. Santiago abre ventanas a la expresión. Señala caminos no transitados.
Dice como declaración de intenciones:
“LOS POEMAS ESTÁN TRISTES / bajo el adiós / que siempre dicen. Los poemas / no pueden ser de otro modo / y cifran el recodo último / en que vivir a sí se enfrentan/. Los poemas no se gustan, no complacen. / Pero me encuentran, me buscan y me dicen. / Los poemas no son disciplinados niños / que sigan preceptivas o recetas. Los poemas, / si son buenos, se sorprenden a sí mismos. / Los poemas están tristes y muchas veces no se gustan / pero en su destino está el ser únicos, definitivos. / En los poemas me congrego y cifro / desde el último fondo de mi mismo./ En ellos es vivir siempre en el abismo.
(Santiago Montobbio “La poesía es un fondo de aguamarina”. El Bardo, Barcelona, 2011). Poemario altamente recomendable.
Felipe Sérvulo. La Voz de Castelledefels, 23 de abril 2012

Tengo una luna entre los dedos, un olor a campo

Foto: Anna Xalabarder


Tengo una luna entre los dedos, un olor a campo,
una esquina del alma, un pañuelo y un trozo
de ala de gaviota por una infancia disecada.
Sobre todo ello camino y canto, me busco,
me alzo, me alcanzo. Todos tenemos un paisaje
que como en un puzzle roto está al final del alma,
y podemos a través de sus pedazos sentirla
y trazarla, dibujarla como nombre o como rostro,
sentir la patria que en el poema se cumpla
y en el vivir y el aire se deshaga.

4 abril 2009

(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina



Nota de Gaetano Chiappini (Florencia, 28 de marzo de 2012)

Foto: Anna Xalabarder

Querido amigo:

He querido, como siempre, leer muchas veces para adueñarme de sus palabras y de sus suspiros, de lo que se coge en los intersticios de las palabras abundantes, ese barroquismo suyo que tal vez le venga de las piedras ricas de Gaudí...
Así me aprendo su habla, leo entre los renglones, abro imágenes... y después..., después creo percibir en sus versos, en su diario abierto y caliente, una especie de movimiento sísmico, ondulatorio y susultorio (ondulatorio hacia la emoción del pasado y su relación con el presente; y susultorio hacia la emoción del presente que siempre se conecta con la del pasado), que hace vibrar de (su) humanidad en sus mínimos sentidos su escritura de pasión y de memoria, con la mirada y el corazón que se fijan en las cosas, la figuras y espacios y los espacios del vivir. Así su escritura recibe la carga de esa pasión que le lleva hacia una poesía total, muy acompañada y surcada de pathos, el pathos del estar en el tiempo. Así como el placer de gozar hasta el fondo ese vivir. Que es su arraigado estar del tiempo y en el tiempo hasta cuando se haga casi un suspiro de carne para que de ella y sus huellas nada se pierda o se gaste en vano. Y también mucho (todo) se pierde. A pesar de su esfuerzo para conseguir por lo menos que se haga poesía la memoria tupida de sentimientos, imágenes, ansias, deseos, rostros y lugares del alma y de la costumbre, esperanzas. Pero, y es su pena secreta y gritada, precisamente se pierde lo que no pudo ser, y que se pierde antes de ser sabido (y gozado) como en el caso de los niños, que dejaron de serlo antes de haberlo sido. Y lo mismo del amor que se reveló no ser amor antes de haber amado, como de la vida, que fue muerte antes de haber vivido. Puede que se apague el sol antes del alba y la noche antes de ser día. Y es la prisa de vivir que se pierde movimiento por movimiento – como dice Foscolo – . Y cada día se acerca más la muerte con su fuerza laboriosa que cansa y apaga, sin prisa pero sin cesar y regularmente, todo fuego. De ahí y de esta pena y alegría le viene a Vd. su afán, esa continua construcción de cosas y de pérdidas, de muertes alejadas y de vidas tomadas de carrera, esperando que no se agote el espíritu así como los ojos abiertos que poseen lo visto, antes que salga la noche.
En este crepúsculo siempre amenazador también me encuentra a mí, uno de sus lectores, desde siempre invadido de atardeceres sin campanas...

Presentación de La poesía es un fondo de agua marina en el Centro de la UNED de Barcelona el 14 de marzo de 2012

Foto: Anna Xalabarder

Fuente: Boletín de los Hispanistas de Milán


Il 14 marzo, nella sede dell’UNED di Barcellona, è stato presentato l’ultimo libro del poeta catalano Santiago Montobbio, La poesía es un fondo de agua marina (Barcellona, 1966). Oltre all’autore, erano presenti: Mercè Boixareu, docente dell’UNED, Rafael Lozano, giornalista de La Vanguardia e Glória López, insegnante di letteratura e coordinatrice delle attività del Club de Lectura de Barcelona, che patrocinava l’iniziativa. L’evento è stato un grande successo, il pubblico numerosissimo e competente. La passione dell’autore per la poesia era palpabile: Montobbio, che ha cominciato a scrivere all’università, ha attraversato ben vent’anni di silenzio artistico (“L’ispirazione si era esaurita”) e ha ripreso a pubblicare giusto un anno fa, con un

libro presentato, anche questo, all’UNED. Il lavoro in questione è costituito da 189 poesie scritte tra la primavera e l’autunno del 2009.
Già dalle poche parole che ha pronunciato durante la presentazione, Montobbio è apparso come uno scrittore che vive la poesía e non può
stare lontanto dalla parola scritta, un innamorato del verso e di quel momento importantissimo di ispirazione che gli fa dire: “Escribo empujado por una compulsión”. Nel corso dell’evento, cui ha assistito Chiara Bolognese, si è discusso, tra l’altro, della differenza tra la sua poesia scritta in gioventù e quella più recente: quest’ultima è più allegra, serena, e non ha la disperazione dei poemi più antichi. I temi del passato (amore, solitudine, funzione della scrittura) sono ancora presenti, ma l’autore li affronta in maniera più positiva. La città in cui sono ambientate le poesie è chiaramente Barcellona, una
Barcellona intima, con episodi e protagonisti reali. I commenti dell’autore, degli specialisti e del pubblico hanno tratteggiato, infine, un ritratto breve ma molto stimolante degli scritti raccolti in questo poemario, trasformando l’incontro in una festa della poesia, della vita e della lettura condivisa.




Fotos: Anna Xalabarder






Fuente: Club de Lectura de la UNED

El pasado 14 de marzo tuve la oportunidad de sentir satisfacción y orgullo: satisfacción personal por poder conocer una gran obra poética y un orgullo muy profundo por ser amiga y compañera de Santiago.

Todo comenzó hace unos tres años, cuando Santiago me comunicó en una conversación amistosa que había vuelto a escribir de una manera compulsiva y absoluta. Sorpresa, felicidad y afecto de amiga fueron mis primeros sentimientos que se han conjugado estos últimos años hasta que he tenido la oportunidad de conocer por completo su última producción; la presentación de la misma fue señorial, sincera y dulce, sin caer en el halago empalagoso y artificial.

La intervención de nuestra compañera Gloria López Forcén me emocionó cuando citó el vocablo “verbo” como “arjé”, el principio de todo en la palabra. A ello se unieron lecturas de poemas, algunos realmente sorprendentes, excelsos por su calidad literaria, y una emoción muy fuerte me embargó, emoción afectiva, emoción literaria y emoción poética.

A continuación se produjo la intervención del periodista de La Vanguardia, Rafael Lozano, quien nos habló de su obra y el hecho de que se haya dado en dos etapas productivas entre un largo silencio. Santiago, natural, sencillo, como es él, explicó los misterios de la creación poética a través de símiles con otros autores y más tarde aludió a su “escritura automática”. Fue genial cuando dijo: “ni yo mismo entiendo por completo mis poemas”; sonreí, recordé el comentario a mis alumnos -“no pretendas comprender la poesía por completo, siéntela”.

Concluyó su amigo y periodista con la aserción “se trata de una poesía de madurez”. Seguidora de Santiago y de su producción poética, soy consciente de que La poesía es un fondo de agua marina es una obra meditada y serena. La pasión de El anarquista de las bengalas posee la fuerza de los veinte años, el ansia y la necesidad en la que fluye la juventud; sin embargo, ahora estoy ante una producción que nace en una edad reflexiva, intelectiva y con una calidad que estremece a esta lectora: “En el poema vivo. Hacia ti en el poema me construyo”.

Por fin la profesora Mercè Boixareu citó la palabra clave, “olvido”; pensé en Cernuda, en el enigma mágico de dicha palabra y en lo que significa para los que amamos la literatura:

“La poesía nos puebla, nos inunda, nos penetra.// Pertenecemos a la poesía. La tierra es poesía.// Pero está también la noche, y el miedo,// y las fauces del tiempo y el olvido.” (Poema 45 –fragmento-: “La poesía inunda los pasillos, las aulas”.)

Solamente me queda decir que invito a los amantes de la lectura a disfrutar con una obra poética de calidad, a exclamar ¡qué bien escribe!, a deleitarse con la creación humana a través del verbo.

Mª Pilar Ortiz
Profesora tutora de la Facultad de Filología del Centro de la UNED de Barcelona

Soy canto, soy espera, soy agua: la poesía de Santiago Montobbio

Santiago Montobbio. Foto: Anna Xalabarder

Soy quien se conoce y asienta sobre el alba.
Soy una esperanza, una mañana. Soy la noche
que en ellos canta. Soy un camino
que lleva a la nada. Adioses siempre
como barcos de sus puertos zarpan.
Soy este olvido que cultivo y en el que me hundo,
diminuto. Soy canto, soy espera, soy agua.
Dime si algo de esto para vivir te basta.
10 marzo 2009
Santiago Montobbio. La poesía es un fondo de agua marina

En el último libro de Santiago Montobbio, La poesía es un fondo de agua marina,(diciembre 2011),  el océano de la belleza ha roto los diques de la realidad. Más de 400 poemas escritos en 2009 en el curso de unas semanas en las que la percepción poética de un ser humano alcanzó unos niveles de escalofrío. ¿Por qué? Porque el arte es misterioso, como revela Santiago en el prólogo de este volumen excepcional publicado en Barcelona, en la mítica El Bardo, colección de poesía.

Los versos se suceden impecables. Los versos nos arrollan, vivenciales. Nada hay de libresco ni artificial en este monumento de palabras, es existencia, percepción, ensoñación, mirada humana, es un asombro constante ante cada arista del ser, es una pregunta hambrienta. Y siempre es canto, una melodía acerada e incisiva, que surca las venas del mundo para arrancarle sus secretos. Más de 400 poemas y nunca languidece, poemas como relámpagos que hieren el suelo a los pies del lector y lo dejan aturdido de verdades, estremecido y deslumbrado por esos mensajes de letras, estentóreos en su silencio, reverberantes en la mente.

Todo me asalta y me interpela, dice Santiago en uno de esos poemas que nos asaltan e interpelan como una fiebre de la que no queremos sanar, porque este creador en este libro le sube la temperatura poética a la realidad y nos suspende en ese limbo trepidante del que Borges dijo era "la inminencia de la revelación". En este libro de cubierta azul, en estos 423 poemas la revelación es inminente todo el tiempo  y quizá el más sagaz o despierto de los lectores sea capaz de aprehender esa revelación, esa fiera magnífica de la verdad, ese monstruo atrapado en los versos de este libro que nos derrumban todas las fortalezas y nos arrancan las corazas para dejarnos de tan puros, desollados, criaturas entregadas por completo a la belleza.

La poesía de Santiago Montobbio es una llamarada que está incendiando el mundo desde ese fondo de agua marina. Su ola avanza a través de todos los medios, impresos, electrónicos, académicos, amistosos, críticos... No le pertenece a ninguna generación en particular y transita  de un idioma a otro sin perder la más mínima esquirla de esencia. Se sumerge en un fondo de agua marina y se revela pez del aire altísimo, como dijo José Gorostiza que eran los hombres. Nos sumerge y nos revela, nos ahoga a golpes de oxígeno poético, nos esculpe en el friso del drama ontológico y nos hace conscientes de que en el tiempo somos tiempo.

No es posible perdernos de este libro, porque nos infunde ser. Ser constante y magnífico. Ser de hombres. Tal vez Santiago Montobbio haya hecho en La poesía es un fondo de agua marina una representación del mundo. Pero como el arte es misterioso, tal vez y en un segundo de privilegiada percepción, nos demos cuenta que este libro es el mundo -canto, espera, agua- y que se encuentra en nuestras manos.

María García Esperón

Prix Chasseur de poésie 2012 para Santiago Montobbio



La editorial francesa Chasseur Abstrait Éditeur ha otorgado a Santiago Montobbio el Prix Chasseur de poésie 2012. Esta casa editorial, además de publicar libros impresos, tiene una gran presencia en línea a través de la Revue d'art et littérature, musique (RAL,M).

Su editor, Patrick Cintas, invitó a Santiago Montobbio a participar en una antología anual, entre cuyos participantes se otorgaba el premio referido, que implica la publicación de un libro en Francia, en traducción al francés, que aparecerá en junio del presente año.
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est attribué à
Santiago Montobbio

Le jury a été séduit par son évocation de Barcelone, empreintes d’une poésie de flâneur né, et par sa réflexion sur le fil de l’écriture qui donne au poète les clés de la ville.
Note de Jean-Luc Breton
Santiago Montobbio est né en 1966, et les premiers poèmes de Hospital de Inocentes datent de 1985. La jeunesse du poète a de quoi nous surprendre, tellement sa culture, la maturité tranquille de sa vision et la robuste limpidité de sa langue témoignent d’un tempérament d’homme et d’écrivain très affirmé.
D’emblée, la parenté de la poésie de Montobbio et de celle de certains de ses grands prédécesseurs espagnols, Alberti et Machado en particulier, nous frappe. A partir d’images simples, empruntées au quotidien et à la nature, il évoque le “sentiment tragique de la vie” qu’Unamuno plaçait au fond de l’âme espagnole, ou ce “passage éphémère” que Cecil Day Lewis citait comme “le thème poétique par excellence”. Les fantômes du vent, les “eaux orphelines” “un amour, une ombre, un oubli” sont les symboles favoris de cette poésie du passage, comme les vies qui “passent comme rien”, sans bruit, avec simplicité, dans le silence.
Le chasseur abstrait publiera un volume des poésies de Santiago Montobbio en juin prochain. En attendant, consultez la rubrique ci-dessus pour lire ses livres déjà publiés en Espagne (Los Libros de la Frontera) et en France (Éditions du Cygne).



La poesía es un fondo de agua marina en el Club de Lectura de la UNED



El próximo 14 de marzo, a las 19:30 PM en el Centro de la UNED de Barcelona será presentado el libro "La poesía es un fondo de agua marina", de Santiago Montobbio. Conducirá el acto Mercè Boixareu, catedrática de la Universidad y directora del CUXAM-UNED.
Se contará con la participación de Glòria Lòpez, profesora-tutora y coordinadora del Club de Lectores y Rafael Lozano, periodista de La Vanguardia.
La cita es en el Pavelló Central. Recinte de la Maternitat de la UNED de Barcelona (Travessera de les Corts 131-159)
La entrada es libre

Santiago Montobbio presentación UNED Barcelona 14 marzo (1)

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)