Es honda la poesía de Santiago, es envidiable en el buen sentido de la envidia, como inspiración, aspiración y deseo de tocar la belleza en la que habita el poeta y que a su vez lo habita. Pero sobre todo, es misteriosa. Misteriosa en el sentido antiguo, de búsqueda espiritual a través de las sombras de la existencia, que ha de otorgar los dones de la luz.
El poema es todo ha reflejado de 2011 a 2025 la actividad creativa de Santiago Montobbio. De un poeta para el que la vida entera es poética. Que proyecta sobre el mundo la red de evocaciones literarias que su amplísima cultura y sensibilidad le dictan, que transmuta la existencia en la luz de la palabra y que, como en el poema 24 de La poesía es un fondo de agua marina, nos revela con inaudita sencillez que, en efecto, el poema es todo.
(María García Esperón, Bolonia, 15 de enero de 2025)
24EL POEMA ES EROSIÓN Y PÉRDIDA.
El poema es testimonio. El poema es testamento.
El poema es de todos y es de nadie. El poema es siempre tuyo.
El poema es corazón lleno de heridas muy abiertas.
El poema es el retrato oscuro del olvido.
El poema es lodo. El poema es todo. El poema
es lirio y río. El poema es aire libre. El poema
es un niño y un respiro. El poema tiembla
como araña que la soledad desteje. El poema es alba
y es río (ya lo he dicho) y es latido. El sol del poema
también sabe del frío. El poema está
siempre despierto, siempre herido. En el poema está
el corazón secreto del estío. El poema
te vive y te persigue. El poema te escribe.
El poema es un destino. El poema es un paisaje
que nunca es el mismo. El poema es luz
nunca oída. El poema restalla nuevo sobre el día.
El poema es susurro, es temblor, aliento estremecido.
El poema es tigre y es paloma. El poema
es triste, es libre. El poema es misterioso
y no se pierde ni se agota su sentido.
El poema es sombra. El poema es haz
y suma de los posibles caminos. El poema
es revelación y abismo, destello único.
El poema también es montaña y agua y alba
siempre aludida. El poema, daga y última muralla.
El poema está escondido. En las palabras lo descubro.
En el poema siempre soy yo mismo. En el poema
ardo, alumbro. Navego noche adentro. Naufrago,
me consumo. En el poema vivo. Hacia ti
en el poema me construyo.
12 marzo 2009