Publicado por
María García Esperón
sábado, 30 de abril de 2016
Santiago Montobbio durante su intervención
José López Martínez
La tarde del 20 de abril de 2016, en la calle de Leganitos en Madrid, la añosa casa de los Escritores y Artistas Españoles abrió a la poesía de Santiago Montobbio unos momentos de privilegio que pudimos compartir. José López Martínez, el director de la Asociación expresó su bienvenida al poeta que aprecia tanto en su obra como en su persona, rematando su introducción con la tersa formulación machadiana: Santiago Montobbio es un hombre, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Mercè Boixareu, a su vez, hizo gala del conocimiento profundo que tiene de la obra de Santiago Montobbio a través de un recorrido por los cuatro libros de la colección El Bardo, señalando la evolución de la poética que hiciera explosión en 2009 y que desde La poesía es un fondo de agua marina hasta Sobre el cielo imposible encuentra una expresión fina y contundente en esas prosas poéticas que parecen brotadas de los poemas.
Santiago Montobbio, a su vez, hizo puntualizaciones sobre su obra y su proceso poético que resonaron con ecos muy significativos en el auditorio flanqueado por los retratos de los grandes escritores de España. La culminación del ciclo de poemas en la colección de El Bardo encontró en la Asociación de Escritores y Artistas Españoles una morada tan definitiva como promisoria. El poeta barcelonés continúa y renueva con voz original y propia toda una tradición literaria. Y lo hace no solo con un enorme conocimiento sino desde un profundo amor.
Haber estado presente esa tarde en la casa de Leganitos y aspirado el aroma del tiempo y la poesía, atisbado las claras sombras de los creadores de belleza de la lengua española y escuchado las voces de José y de Mercè y la del poeta habitando sus palabras ha sido un privilegio.
después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable. Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.