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TENGO LA NOCHE ENTRE LAS MANOS.
Tiembla el tiempo. Adentro es donde
la tierra del arte cual misterio
germina y se realiza. Tiembla
el tiempo y también yo tiemblo.
Dime qué sentido tiene
que yo aún te espere. Te espero.
Tiemblo, quiero. Y soy náufrago y desierto
y selva de silencio y noche hosca
en los que mientras se entrelazan me anego.
No sé dónde estás, pero sí
que yo todo lo pierdo. Es
una forma terrible de querer
este quererte, quererte de este modo, o de que en el amor así
en mí se cumpla. Náufrago y desierto
en que te quiero y te pierdo y me anego,
al final de un día que para la luz no ha nacido.
(C) Santiago Montobbio