Lectura de la poesía de Santiago Montobbio en el Círculo de poetas de Deventer en traducción al holandés de Klaas Wijnsma (Deventer, 28 de mayo de 2013).

Fotos: Benne Solinger/Anna Xalabarder

Sólo ya por poder traducir algún día unas líneas como las siguientes
quise hacerme traductor literario:

Minuciosamente sueño a Dios durante el día
para por la noche poder creer que me perdona.
(de: Para un teología del insomnio

Overdag droom ik God zeer grondig
om ’s nachts te kunnen geloven dat hij mij vergeeft.
(uit: Voor een theologie van de slapeloosheid
Klaas Wijnsma
Vista del Círculo de poetas de Deventer

Klaas Wijnsma leyó en su traducción al holandés el poema de Santiago Montobbio "Manifiesto inicial del humanista" en el Círculo de poetas de Deventer el 28 de mayo de 2013, lectura que causó excelente impresión y tuvo una muy buena acogida.
Este poema fue publicado por Camilo José Cela en la revista de la que era fundador y director, El Extramundi y los papeles de Iria Flavia (Nº VIII, Invierno 1996), en un conjunto de poemas editados en este número y del que se realizó además una tirada aparte, y también y al mismo tiempo en el libro Tierras, en Francia, a través de Editions AIOU.
KlaasWijnsma es un traductor formado en la Escuela de traductores de Ámsterdam, y secretario en Deventer de la Sociedad Cultural Española Atalaya. 

Esta lectura es una ocasión muy grata para dar noticia de la labor de traducción que lleva a cabo, una traducción cuidadosa y de gran valor, realizada con pasión y con rigor, y que denota y que resulta de una comprensión y una asunción profundas de la poesía de Santiago Montobbio, que gracias a estas
traducciones se podrá leer en holandés.

Un momento de la lectura

Montobbio leído en holandés



Santiago Montobbio (Barcelona, 1966)

Santiago Montobbio. Foto: Anna Xalabarder


MANIFIESTO INICIAL DEL HUMANISTA 


La causa de las palabras, que para nada sirven,
o para vivir tan sólo, es una causa pequeña.
Pero si cada día sabes con mayor certeza
que no sólo repudias las coronas 
sino que cada vez te dan más asco;
si en verdad no quieres hacer de tu ya arruinada inteligencia
una prostituta mercenaria que venda sus pechos o su alma
a cualquier hijastro del dinero o si, sencillamente,
poco necesitas y tan sólo te importa soportar
con dignidad la vida y sus tristezas
mejor será que asumas desde ahora
la inevitable condena de la soledad y del fracaso
y que como luminoso o ciego abandono de estrellas
a esa pequeña, muy ridícula causa ya te abraces, 

que del todo lo hagas y que en tu habitación vacía 
las palabras del fuego sean ceniza, que se asalten 

y persigan, que tengan frío, en su noche 
a solas, por decir tu nombre.



Vertaling: Klaas Wijnsma (Veenwouden, 1970)

Klaas Wijnsma, traductor


STARTMANIFEST VAN DE HUMANIST

De zaak van de woorden die nergens toe dienen,
of om te leven slechts, is een kleine zaak.
Maar als je iedere dag zekerder weet
dat je kransen niet alleen afwijst
maar er ook steeds meer van gruwt,
als je van je al failliete intellect werkelijk geen prostituee
wilt maken die haar borsten of haar ziel verkoopt
aan ieder stiefkind van het geld, of als je eenvoudigweg
weinig nodig hebt en het alleen belangrijk vindt
het leven en zijn treurnis waardig te dragen
zou het beter zijn dat je vanaf nu
je onontkoombare straf van eenzaamheid en mislukking aanvaardt
en dat je als lichtend of blind stofje van de sterren
die kleine, belachelijke zaak omarmt,
dat je dit van ganser harte doet en dat in je lege kamer
de woorden van het vuur in as verkeren, elkaar bestormen
en achtervolgen, en in hun eenzame nacht
verkillen door het zeggen van jouw naam.

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)