Preciso y detallista, Santiago Montobbio nos abre su casa del ensanche barcelonés y la de su biblioteca, trasladando en esta segunda parte de De infinito amor (Cuaderno del encierro), la continuación del diario poético de lecturas y pensamiento, publicado en dos tomos en esta misma editorial, donde resaltan anotaciones eruditas, afectivas, recuerdos, y, sobre todo, poesía.En la misma línea que el anterior tomo, se amplía el horizonte de lecturas y destaca el poso que ha dejado al autor la relectura de poetas como Góngora, Guillén, Azorín, Bufalino, Salinas, o Andrade, así como la poesía italiana de la que es un gran conocedor. En su encierro vital y físico que comenzó el 14 de marzo de 2020 con el inicio de la pandemia y da por concluido el 22 de julio del mismo año, nos ofrece una puerta abierta al recuerdo y la erudición de este sin igual poeta barcelonés.