Santiago Montobbio: "Hospital de inocentes", poema en traducción al portugués de Ester Abreu Vieira de Oliveira (Revista da Academia Espírito-Santense de Letras, Vitória, Brasil)


HOSPITAL DE INOCENTES

O papel em branco jamais é só o papel em branco;
falar disso é falar fácil, mas  não o dizer -e é certo-
que a página na solidão mais profunda consumida
é a vida sem versos o cheia dos poemas que ninguém,
dos que és tu, há de poder escrever nunca.
Porque pode ficar um amor, uma sombra e um olvido,
e mais que isso há de ficar um modo de fazer-me dano,
até o fim e na noite um modo de afilar a pontaria para
arruinar-me e perseguir-me
através da exaustiva e muito
estranha caçaria em que
sou arma ao mesmo
tempo presa.


HOSPITAL DE INOCENTES

El papel en blanco jamás es sólo el papel en blanco:
hablar de eso es hablar fácil, mas no el decir -y es cierto-
que la página en la soledad más profunda consumida
es la vida sin versos o llena de los poemas que nadie,
de los que eres tú, ha de poder escribir nunca.
Porque puede quedarme un amor, una sombra y un olvido,
y más que eso ha de quedarme un modo
de hacerme daño, hasta el fin y en la noche
un modo de afilar la puntería
para arruinarme y perseguirme
a través de la agotadora y muy extraña cacería
en que soy arma, a la vez presa.


“Hospital de Inocentes”, de Santiago Montobbio
Hospital de Inocentes, Editorial Devenir, Madrid, 1989
Tradução: Ester Abreu Vieira de Oliveira
Revista da Academia Espírito-Santense de Letras, Vitória, 2004





Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)