Santiago Montobbio: La sal en el rostro de Angelina Muñiz-Huberman (Laberintos, Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles, Nº 17, Biblioteca Valenciana, 2015)


Fotos: Laberintos. Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles

En el número 17 de Laberintos, Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles, publicada por la Biblioteca Valenciana y dirigida por Manuel Aznar Soler, se dedica un Dossier Homenaje a Angelina Muñiz-Huberman. En la presentación de este número de la revista, Manuel Aznar Soler expresa este juicio sobre la escritora hispanomexicana y su motivación para dedicarle este homenaje: “Angelina Muñiz es, sin duda, la escritora más importante de la segunda generación de nuestro exilio republicano de 1939 en México, una escritora que ha obtenido algunos de los premios literarios más prestigiosos como justo reconocimiento a la calidad artística de su obra literaria. Por ello hemos querido dedicarle en este número mexicano un dossier en su homenaje”. En el mismo se publica el texto de Santiago Montobbio titulado “La sal en el rostro de Angelina Muñiz-Huberman”, y que son las primeras páginas del libro de igual título y de mayor extensión que el poeta escribió en Barcelona del 25 al 28 de noviembre de 2012, y que constituye un ensayo dedicado a la vida y la obra de Angelina Muñiz-Huberman y su significación, y a la vez a la del exilio y en particular al exilio español en México.

La sal en el rostro de Angelina Muñiz-Huberman. Santiago Montobbio






Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)