Noticia publicada en la web de la ACEC sobre la presentación del libro Sobre el cielo imposible de Santiago Montobbio en Barcelona el 7 de abril de 2016



Fotos: Anna Xalabarder


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El 7 de abril de 2016 se presentó en el Aula dels Escriptors de la ACEC el libro Sobre el cielo imposible, de Santiago Montobbio, publicado en El Bardo y que continúa y prosigue a los tres libros publicados por el poeta en esta colección (La poesía es un fondo de agua marina, Los soles por las noches esparcidos y Hasta el final camina el canto), con los que forma una tetralogía. La presentación estuvo a cargo de José Corredor-Matheos, del periodista deLa Vanguardia Rafael Lozano y del escritor y periodista Francisco Javier Sancho Más.

José Corredor-Matheos afirmó que la poesía del poeta es fruto de la necesidad y responde a un impulso y un reto que surge de su propio interior, y resaltó el carácter musical, y la importante presencia de la música en su poesía, y que es una música -señaló- lo que muchas veces anuncia la poesía. Citó el verso del poeta “El tiempo se esconde en el misterio” para reflexionar sobre la cuestión del tiempo en esta poesía, su unión con él, y también la presencia en ella del misterio. Afirmó que el poema ha de ser siempre una sorpresa, y que no aciertan quienes creen que primero se ha de pensar y luego escribir. Y que el mismo poeta se sorprende de lo que escribe. Afirmó que el poeta habla del misterio, y a la vez que el poeta sube de nivel: convierte la realidad en símbolos, la trasciende y por esto así en símbolos la vuelve. Señaló que la poesía de Santiago Montobbio se caracteriza por la humildad y una sabiduría antigua, y que responde a una sed de absoluto y de misterio.

Francisco Javier Sancho Más destacó la bella edición de esta poesía en El Bardo, y la importante aportación que esta histórica colección ha realizado a la poesía española, y así señaló que en ella se publicaba lo que no se atrevían a publicar en otros sitios. Habló del conocimiento de muchos años que tiene de la obra del poeta, del espacio que le han dado siempre en la revista Carátula, que dirige el escritor nicaragüense Sergio Ramírez y de la que fue fundador con él y editor de la misma, y de la atención que siempre la ha prestado. Realizó diversos comentarios y apreciaciones sobre la obra del poeta. Habló de San Juan de la Cruz, del que es un gran entendido, y trazó un paralelismo con Santiago Montobbio. Leyó fragmentos de un poema en prosa, por considerar que era un texto capital en su obra y como origen del arte en general. Señaló también la presencia de Barcelona en los poemas de Santiago Montobbio, y el modo en que la ciudad aparece, un modo tal -dijo- que con estos poemas aprendes a querer a Barcelona. Cómo muchos versos del poeta le acompañan siempre. Habló del carácter conversacional que se puede apreciar a veces en sus poemas, una característica que le hizo recordar a Ernesto Cardenal, con cuya poesía y la de Santiago Montobbio veía algunos puntos de contacto. Terminó con unos versos de Jorge Guillén, con quien se puede relacionar también estos poemas del poeta, y que quería leer ya como despedida de su intervención, y como un envío al poeta.

Rafael Lozano destacó la edición en El Bardo de estos cuatro libros de Santiago Montobbio, un esfuerzo que encaja con su perfil histórico de compromiso con el arte. Afirmó que “coherente” es un rasgo que machaconamente vuelve a su mente como paradoja en torno a su poesía, y explicó su manera de crear y de escribir, las características que distinguen sus dos épocas -de juventud y madurez- y lo que aprecia de ellas y cómo éstas se complementan, y se pueden leer como un todo, y cómo en esta etapa de madurez, en la vivencia de un artista inmerso en la creación se percibe que entiende e identifica ésta con la vida. Señaló que esa coherencia se manifiesta incluso en las coincidencias, y que en la obra de Santiago Montobbio, “artista total, íntegro, vocacional, entregado, sacerdotal casi, tiene sentido todo, las voces y los silencios, y también los poemas perdidos”.

Tras estas intervenciones, José Corredor-Matheos invitó al poeta a leer poemas. Santiago Montobbio dijo que, antes de ello, quería contestar brevemente a algunos de los puntos tratados, y leyó algunos poemas. A continuación se entabló un vivo, cálido e intenso diálogo entre los presentadores y el poeta sobre múltiples cuestiones, y que mostró la buena sintonía entre los cuatro y el hilo invisible que los unía y era el aprecio verdadero por la poesía del poeta. En este diálogo los presentadores comentaron la manera de escribir del poeta, siempre sin corregir y por necesidad, y las características de su obra, y la altura que en ella alcanzaba, siempre, de manera sostenida y constante, elementos diversos que lo hacían un caso singular.  “No conozco ningún otro caso así”, afirmó José Corredor-Matheos, y Francisco Javier Sancho Más señaló que una escritura y poesía de estas características sólo se daba en algún caso, en algún poeta verdadero, algo que ocurre muy pocas veces, como ocurre en el caso de Santiago Montobbio y de San Juan de la Cruz.

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)