I soli sparsi per le notti. Traducción al italiano y voz de Amaranta Sbardella





I soli sparsi per le notti.
Le piogge impensate. I compassi che l’anima punta
e nei quali la vita trova se stessa e si riposa.
Assale anche. Li annoto con agile polso.
Dietro suo ordine scrivo un quaderno,
dove parlo a me stesso
e ausculto il mondo. Prendo il polso a quella notte
dai soli sparsi. Alle piogge impensate.
E l’anima è porta che si spalanca, pure
porta chiusa, chiave che non confida mai a nessuno,
solo forse a una musica che la cerca nell’arte.
La porta si apre al mio passo e conduce all’interno.
Su di lei non so dirvi più nulla.



Los soles por las noches esparcidos.
Las lluvias impensadas. Los compases que marca el alma
y en los que la vida se encuentra y se descansa.
También asalta. Con fino pulso los registro.
Escribo un cuaderno a su dictado,
en el que me digo a mí mismo
y ausculto el mundo. Tomo el pulso a esa noche
con soles esparcidos. A las lluvias impensadas.
Y el alma es puerta que se abre, también
puerta cerrada, llave que a nadie más confía,
sólo acaso a una música que en el arte la busca.
La puerta se abre a mi paso y adentro lleva.
No sé deciros nada más acerca de ella.

(C) Santiago Montobbio
(C) Traducción: Amaranta Sbardella

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)