Santiago Montobbio: Sólo la derrota puede llegar a tener forma de plaza

Foto: Anna Xalabarder

El ciclo "Altaveu de les cultures" en la sede de Amics de la UNESCO de Barcelona fue oportunidad para que el 24 de octubre pasado Santiago Montobbio participara con su visión sobre el hombre y la muerte, a través de una conferencia titulada "Sólo la derrota puede llegar a tener forma de plaza". 

Santiago acostumbra sumergirse por completo en alguno de los grandes temas humanos para los que es convocado. La agudeza de su mirada poética permite a sus lectores o escuchas introducirse con él a esas profundidades donde resplandecen los sentidos. Nuestra civilización pretende convencer al ser humano de que el mundo en el que se compran autos y electrónicos, se va de vacaciones a alguna playa y se miran películas, es necesariamente un mundo feliz. Pero la gente sigue sintiendo desolación y desazones para las que no existen ni prescripciones ni píldoras. Y entonces llega la poesía de Santiago o Santiago con su poesía, para decir muy suavemente que la vida es también las sombras o el dolor o la pena, la noche y el silencio. Que la vida es también la muerte. Y que vivir acaba en nada...

Estas noticias de condición humana fueron vertidas por Santiago en su conferencia "Solo la derrota puede llegar a tener forma de plaza", título surgido de su propia producción poética y cuyo sentido va develando a lo largo de su discurso. ¿Cómo puede reaccionar un auditorio, cómo puede responder un lector cuando a propósito de su poema "El teólogo disidente" Santiago dice: No hay muerte porque la vida ya es la muerte... si a esas alturas del discurso y de la lectura ya auditorio y lectores saben que no se trata solamente de literatura, de letras dibujadas en una página o pantalla, sino de vida, vida que estamos viviendo al escuchar y al leer?

Jugador leal, el poeta lo advierte desde el principio de esta conferencia sobre el hombre y la muerte, sobre Santiago Montobbio y la muerte:


"Mal escrito. Falta vida” es un verso de Jorge Guillén que me llamó la atención cuando lo leí por primera vez en la adolescencia, y porque sentí que era un verso que encerraba una verdad.


La poesía entonces se trata de la vida. Y de la muerte. Mal escrito si no tiene vida y si no tiene muerte. Santiago Montobbio es convocado a participar en un ciclo de conferencias con un tema, a una reunión de personas con inquietudes de sensibilidad e intelecto y a vuelta de la palabra esa reunión se convierte en la plaza que da título a la charla, porque como él dice, la plaza es un lugar de encuentro. Una plaza es la vida. Y la final plaza es un buen modo de decir la muerte.

Y así nos quedamos, de pie en esa plaza, estremecidos de misterio. De muerte quedamos dichos y en la muerte vivimos. Sólo la derrota puede llegar a tener forma de plaza y la palabra de Santiago Montobbio nos ha conducido al sentido vivo, ineludible y humano de la derrota y de la muerte. 
María García Esperón

La Revista de Cultura Babab ha publicado el texto íntegro de "Sólo la derrota puede llegar a tener forma de plaza". Puede accederse además a un pdf descargable, aquí.
Amics de la UNESCO también facilita la descarga del documento desde su web.

En la tumba de Machado, en Colliure. Santiago lee dos poemas que llevaba
  en el bolsillo y lo recuerdan: Epitafio a Antonio Machado de Pedro Garfias
y Colliure, febrero de Francisco Giner de los Ríos.
Foto: Anna Xalabarder

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)