"El mar, la poesía y la pintura” en el número 53 de “Carátula”, Revista Cultural Centroamericana (Managua, Abril-Mayo 2013).


Fotos: Anna Xalabarder

En Carátula, la revista que dirige el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, ha sido publicado "El mar, la poesía y la pintura",  texto que Santiago Montobbio leyó en el Espai Lluís Ribas de Sant Cugat el 13 de diciembre de 2012. 

De Carátula reproducimos aquí la introducción a ese espacio de claridades que es el texto de Santiago y que puede leerse completo en el sitio web de la revista:

Además, incluimos la serie de fotografías que de esta oportunidad ha hecho Anna Xalabarder, que reflejan la emoción y el regocijo intelectual que permearon el diálogo de los dos creadores.

El mar, la poesía y la pintura

Santiago Montobbio

Con lenguaje sencillo pero mayormente entrañable y sentido, cargado de “luz y aire”, Santiago Montobbio establece el reconocimiento a la poesía de los colores que es la pintura de su amigo Lluís Ribas –hijo de pescador-, con el cual, mancomunadamente, se expresa en el libro Els colors del blanc. Santiago hace que la remembranza se torne palabra reflexiva, se vuelva poema, para reflexionar sobre la amistad –su amistad con Lluís Ribas-, conversar de manera coloquial de su ars poética y consignar la relación gozosa que guarda con la experiencia creativa, generando con ello un texto cálido, embebido de mar, de bella manufactura, con el cual roza los espíritus, sensibilizándolos hacia la conmoción que provoca la poesía en cualquiera de sus formas.



Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)