Un petit insecte perdu sur le mont ultime


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UN PETIT INSECTE PERDU SUR LE MONT ULTIME.
Líhomme n'est pas grand-chose de plus dans la vie, obscur.
Obscur et grievement blessé et dévoré par le temps et l'oubli.
Feuille sèche, branche cassée, ruisseau asséché, insecte infime,
et des êtres déjà gachés, minuscules, qui vont main dans la main
entremêlant leur destin au pas des jours.
Cette montagne ultime est le néant ou bien peut-être Dieu,
une monnaie qui tombe toujours sur sa tranche
et se fixe ainsi et demeure
sur les rails du temps.
Là nous nous perdons. Là nous vivons.
L'homme est toujours un dernier feu, secret.

19 mars 2009




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EL INSECTO PEQUEÑO Y PERDIDO POR EL MONTE ÚLTIMO.
No mucho más es en la vida el hombre, oscuro.
Oscuro y malherido y devorado por el tiempo y el olvido.
Hoja seca, rama partida, arroyo también seco, insecto pequeño
y seres ya gastados, diminutos, van dándose en él la mano
y trenzando con el paso de los dÌas su destino.
Ese monte último es la nada o Dios acaso,
una moneda que siempre cae de canto
y fija así se queda
sobre los raíles del tiempo.
AllÌ nos perdemos. AllÌ vivimos.
El hombre es siempre un fuego último, secreto.

19 marzo 2009

Extrait de:
La poésie est un fond d'eau marine
Santiago Montobbio - Editions du Cygne - 2011

Traduction et voix: Jean Dif


El insecto pequeño y perdido por el monte último

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)