Italia y Francia, la espada y la campana


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ITALIA Y FRANCIA, LA ESPADA Y LA CAMPANA,
lugares donde respirar y donde estar,
más exactamente: estar en casa.
Viajar es siempre falso. No se viaja.
No escapa uno de sí mismo
ni encuentra nada que no esté ya en sus adentros
ni habrá lugar en que le esperen misterios
sino estaba ya para ellos predispuesto.
Viajar no es nada. No se viaja.
Dentro de uno mismo la vida ya se cumple
y se realiza. El adentro es embrión,
es latido, es semilla. Tierra única.
Más Italia y Francia y el Mediterráneo
antiguo y libre (porque el mar es siempre libre)
y el amor y los veranos y los tiempos que recuerdo
como infancias todavía respiradas
en el libre aire de la noche
que no aúlla. Italia, Francia, el amor,
tu alma y tu cara. Por encima,
debajo, sobre, siempre en las palabras.

13 marzo 2009

Italia y Francia, la espada y la campana

Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)